aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Los mexicanos olvidados

TEXTO WILBERT TORRE . CORRESPONSAL| El Universal
Domingo 10 de septiembre de 2006
Luego del 11 de septiembre de 2001 se perdió la huella de 10 connacionales, cuyos familiares no pudieron probar que estaban en el WTC. Uno de ellos era Fernando Jiménez

NUEVA YORK.- De los mexicanos desaparecidos el día de los atentados no queda mucho en Manhattan: un cartón con fotografías decoloradas, una lista de cinco personas que recibieron indemnizaciones del Fondo de Ayuda a Víctimas y otro grupo de nueve hombres y una mujer que no existieron porque sus familiares no pudieron comprobar que estaban ahí el día que las torres gemelas implotaron.

En ese grupo, hay un caso particular: el expediente DX01022434, del gobierno de Nueva York. Pertenece a Fernando Jiménez Molinar, un oaxaqueño que cumpliría 21 años el 14 de octubre de 2001. La única fotografía suya en ese expediente es de cuando tenía 16: viste una camisa blanca y tiene la mano derecha en el pecho. Está saludando a la bandera, en la escolta de una escuela oaxaqueña, meses antes de partir a la ciudad de Nueva York.

Nora Elsa Molinar tiene mucho que ver con ese caso particular: es la madre de Fernando y la única familiar en la lista de los 10 mexicanos excluidos del Fondo Federal de Compensación que renunció a recibir dinero por la vida de su hijo.

"La vida de mi hijo nunca tuvo un precio", dice la señora Molinar por teléfono, desde la Escuela "La Alegría", una guardería que fundó en Oaxaca. La última vez que vio a Fernando fue en el otoño de 1996, cuando le anunció que se marcharía a Estados Unidos. "Los jóvenes tienen ideas diferentes a los padres y cuando crecen quieren independizarse. Mi hijo decidió irse a Nueva York. Yo no estaba de acuerdo".

Desde Manhattan, cada viernes sin falta, Fernando le hablaba para preguntarle cómo estaba y contarle de su trabajo en la pizzería Andely, en el 83 de la calle Murray, entre Church y Broadway, a la vuelta del WTC.

Fernando le habló el fin de semana previo a los atentados, pero después del 11-S, jamás volvió a hacerlo.

"Nos ha contado que Fernando le dijo que le había crecido el bigote, que tenía el cabello largo y una arracada en una oreja", recuerda el jesuita Joel Magallán, director de la Asociación Tepeyac, que en los días posteriores a los atentados en Nueva York se convirtió en una oficina de emergencia al rescate de los hispanos: registró a 113 desaparecidos y asistió a 857 que perdieron su trabajo.

Tepeyac recibió donaciones por 4.8 millones de dólares entre 2002 y 2004 y distribuyó cientos de miles de dólares entre las familias.

Magallán dice que el caso de Jiménez Molinar es el más paradigmático de los mexicanos que jamás existieron para el gobierno estadounidense: los olvidados del 9/11.

"Es el ejemplo más claro de la migración invisible de este país", dice Magallán. "Hubo familias que intentaron cometer fraude, pero este es un caso indudable de alguien que trabajaba ahí y que murió ahí".

Norberto Terrazas, el cónsul de Protección del Gobierno mexicano que llevó los casos del World Trade Center, dice que la cifra oficial de paisanos desaparecidos es de 15, pero cree que pudo haber muchos más. "Por la hora de los atentados y tomando en cuenta que 85% de los repartidores de comida son mexicanos, no es difícil calcular que pudo haber por lo menos tres veces más de lo que dicen las listas oficiales".

Una empresa italiana quiso comprar los derechos para producir una película sobre la vida de Fernando, pero la señora Magallán insistió en que ninguna cifra vale la vida de su hijo.

Lo único que ella quiere es que algún mexicano le hable para decirle que vivió con su hijo en Nueva York, o al menos una foto que le muestre a Fernando como ya no lo conoció.



Ver más @Univ_Mundo
comentarios
0