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Alos problemas económicos y financieros que enfrentan las pequeñas y medianas empresas en México, hay que añadir el fenómeno de la inseguridad que impacta en costos, operación y hasta su supervivencia. 

José Juan Rosas Uribe, presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope) de la ciudad de México, explicó que las cuotas que llegan a pedir algunas “pandillas locales” por comercio, en algunas zonas de la ciudad, van de los 10 pesos a los 30 pesos y las pérdidas por robos hormiga ascienden hasta 500 pesos semanales.

Dos casos recogidos por EL UNIVERSAL, a través de la Canacope de la Ciudad de México y otro de la Canacope de Monterrey, Nuevo León, ilustran la problemática a la que se enfrentan estos negocios. 

Los comercios más golpeados en el Distrito Federal por la delincuencia son las tiendas de abarrotes, farmacias, estéticas, ferreterías y refaccionarias para automóviles.

Sin embargo, no se tiene cuantificada la afectación real en pesos y centavos de los distintos actos delictivos, ya que, según el organismo, pueden variar de un giro a otro.

Lamentable caso delictivo 

Uno de los casos más recientes y significativos del que la Cámara tuvo conocimiento e incluso apoyó legalmente a los dueños, fue el de una tienda de regalos, la cual se vio obligada a cerrar ya que durante un tiempo fue hostigada constantemente por presuntos delincuentes, “hasta que mataron al dueño”, expuso Rosas Uribe.

Relató que varios presuntos delincuentes trataron de asaltar ese comercio con violencia y a mano armada, “el dueño lo defendió, se enfrentó directamente con los maleantes, se enfrascaron en un pleito del que salió avante el comerciante, quien logró frustrar el robo”, recordó.

El titular de la Canacope contó que tiempo después, “prácticamente lo cazaron, lo mataron afuera de su negocio y todo se vino abajo para la familia que vivía de lo que vendían en esta tienda. Por ley, el negocio tiene que permanecer cerrado el tiempo que duren las investigaciones”.

El líder de la Canacope dijo que la mercancía se perdió, ya que pasaron varias temporadas de ventas, como el 14 de febrero y el Día de las Madres, y como el local estaba cerrado, para mantenerlo en operación representaba más gasto, por lo que la familia decidió cerrarlo. 

La Cámara cuenta con un área jurídica que apoya a los comerciantes que son víctimas de algún delito, “acompañamos al afectado, hablamos con las distintas autoridades y damos seguimiento a los casos. En el triste caso que he referido, finalmente detuvieron a los presuntos delincuentes, pero el daño ya estaba hecho”, destacó Rosas.

Catalina Domínguez, presidenta de la Canacope Monterrey, aseguró que los llamados de auxilio por asaltos “eran muchos y a diario”, aunque en 2012 han disminuido.

Domínguez recordó que uno de los casos más tristes fue el de un minisúper en el centro de la ciudad que ofrecía también venta de carne.

“El dueño era el señor Guerra, no era el gran negocio, era más bien pequeño, familiar, pero con casi 20 años de antigüedad y muy socorrido por la comunidad. Daba empleo a unas 10 personas, que ahora ya no tienen trabajo” dijo Domínguez. 

Domínguez puntualizó que no se sabe si lo extorsionaban y le cobraban por protección y derecho de piso, pero un día lo levantaron y lo mataron, lo cual fue un golpe fuerte para la familia y para toda la Cámara, ya “que era uno de sus miembros más queridos y con mucho años en el organismo”, detalló.

Agregó que el comercio en pequeño es el sector de la economía más golpeado por la delincuencia.

“Sentimos impotencia porque por más que levantemos la voz no nos hacen caso, este es sólo un botón, pero todos los días estamos en alerta, al pendiente. Participamos en programas y actividades a los que nos convocan los distintos niveles de gobierno pero no es suficiente”.