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A través de los años el sector hotelero en México ha representado una de las tres principales fuentes generadoras de empleos directos e indirectos, así como una fuente generadora de divisas para las regiones que basan su crecimiento económico en el turismo y actividades afines. No debemos olvidar que 2009 fue un año crítico para el ramo, ya que se presentó una caída muy importante en su ocupación y el 2010 representó un año de pequeña recuperación sin alcanzar los porcentajes de los años anteriores a 2009.

El gobierno federal a través del Plan Nacional de Desarrollo, pretende hacer de México un país líder en la actividad turística gracias a la diversificación de sus mercados, productos y destinos, así como el fomento a la competitividad de las empresas del sector de forma que brinden un servicio de calidad internacional. Con esto se busca aumentar 35% para 2012 el número de turistas internacionales, teniendo como estrategia, entre otros aspectos incluidos, los siguientes:

—Hacer del turismo una prioridad nacional para generar inversiones, empleos y combatir la pobreza en las zonas con atractivos turísticos competitivos.

—Desarrollar programas para promover la calidad de los servicios turísticos y la satisfacción y seguridad del turista.

—Desarrollar programas de promoción en los mercados y segmentos turísticos de mayor rentabilidad, fortaleciendo los programas de información, asistencia y seguridad al turista.

—Actualizar y fortalecer el marco normativo del sector turismo.

En relación al punto anterior, las empresas de esta industria deben atender un marco legal que contiene aspectos muy específicos y complejos para poder hacer frente a sus obligaciones fiscales federales y locales. Esta situación origina diversidad de interpretaciones al momento de su aplicación y desigualdad en aspectos tributarios en relación a otros países.

Entre los impuestos ligados a esta actividad adicionales al Impuesto Sobre la Renta (ISR) y al Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), son el 16% del Impuesto al Valor Agregado en los servicios y hospedaje, el impuesto local al hospedaje, y obvio, al ser la actividad hotelera una industria realizada por personas, no podemos descartar los impuestos sobre los sueldos y prestaciones al personal.

Normas internacionales

En materia contable, considerando que en 2008 la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) publicó que las compañías públicas en México deberán presentar su información financiera a partir del 1º de enero de 2012 bajo las Normas Internacionales de Información Financiera (International Financial Reporting Standards, IFRS), las empresas bursátiles del ramo tendrán la oportunidad para un cambio organizacional que podría ser de beneficio al adoptar las Normas, además de un impacto muy importante en los procesos y procedimientos de la empresa.

Algunos de los aspectos a considerar con la adopción de las IFRS, es que las empresas tendrán que evaluar el impacto contable derivado de los cambios entre la normatividad contable actual y las IFRS en los siguientes aspectos:

—Inmuebles, planta y equipo (IAS 16). Este es uno de los rubros del balance general más importantes para el ramo hotelero. Se deben considerar las diferencias en la medición y reconocimiento de los inmuebles, planta y equipo, así como su depreciación y deterioro de activos de larga duración y de vida indefinida (IAS 36).

—Programas de lealtad de los clientes (IFRIC 13). Es una práctica común en este sector o división el otorgar planes de lealtad a sus clientes frecuentes.

—Arrendamientos (IAS 17 & IFRIC 4). El alcance que tienen las IFRS sobre arrendamientos incluye el derecho de usar otros activos adicionales a los inmuebles, planta y equipo. Asimismo es importante considerar la correcta clasificación del arrendamiento: operacional o financiero (capitalizable).

—Beneficios para empleados. En relación a los costos de las pensiones, ganancias o pérdidas actuariales, por mencionar algunos.

Otros aspectos no contables a considerar para la adopción de las IFRS son los asuntos relacionados con los recursos humanos, al área legal, a la administración de contratos y, muy importante, los retos de tecnología.

En conclusión, es muy importante que las empresas que ya estén en el proceso de adopción o conversión hacia las IFRS analicen detalladamente las alternativas existentes para este proceso de adopción, ya que una mala decisión podría impactar considerablemente los resultados de la empresa en el futuro.

Sin lugar a dudas 2012 será un año de oportunidades y de cambios importantes para las empresas hoteleras en el país, lo cual implica tomar decisiones oportunas, asertivas y alineadas a los cambios que están por venir.

*Socio de Auditoría, y especialista en el sector hotelero de KPMG en México.

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