jose.arteaga@eluniversal.com.mx

CACÚN, Q. Roo.—En este negocio, los animales son muy importantes. Imagínese que usted se va a ir de vacaciones al extranjero, pero no quiere separarse de su mascota, un perro labrador.

Quizá en su último viaje vio una iguana que lo dejó impactado y le gustaría tenerla de mascota.

Bueno, este negocio se dedica a eso, a complacer al cliente para que tenga su mascota cerca, no importa que vaya a Australia, India o España o que venga de Moscú, Argentina o África.

Eva Paola Rechy Muñoz, es una agente aduanal, quien junto con su hermano Irán, fundó Cargo Rechy, la cual es una empresa que se dedica a la importación y exportación de animales.

Con todo en regla, la única condición es que no se traten de introducir animales en peligro de extinción, exóticos o que estén prohibidos en México.

Loros grises africanos, iguanas, perros, caballos, entre otros, forman parte de los animales transportados.

“Dijimos, es un nicho que nos va a diferenciar, nos gustan los animales. Es como tener mascotas todos los días por horas, aunque no sean tuyas”, dice en un receso durante la pasada Convención Anual de Agentes Aduanales.

El negocio comenzó de casualidad y a través de ligas internacionales se ha consolidado para ir adelante.

“Mi papá tenía buena relación con las líneas aéreas. Un día una de ellas le dijo que tenían problemas con un cliente que traía una mascota, por lo que le pidieron apoyo a Rechy y después más apoyos y así continúo.”, dice la joven.

En un principio comenzaron moviendo cinco animales por semana en importación y exportación; en la actualidad ya son 15 a 20.

Cada importación tiene un valor cercano a los 9 mil 700 pesos que es el paquete del “dueño feliz”, en donde se incluye la alimentación del animal, su cuidado en la Aduana, el pago de sus derechos, los costos por maniobras en los almacenes, los impuestos, la emisión del certificado de importación y la entrega en domicilio.

“Es algo maravilloso. Al animalito literalmente le cambia la cara cuando ve al dueño y a él le cambia el rostro cuando llega la mascota. Todas las horas que invertí, que me mojé, que me ensucié, vale la pena, cuando ves la cara de ellos y si independientemente vives de eso, está padrísimo. Es trabajar en lo que amas”, expone Rechy Muñoz.

Ella, una joven entusiasta, es la tercera generación de una familia de agentes aduanales en México. Y un punto a favor que tiene es que en nuestro país, es la única agente aduanal dedicada al negocio de importar, internar y exportar animales completamente seguros.

En México hay un veterinario que se dedica a mover caballos; dos personas que trasladan todo tipo de mascotas y un aventurero en el Norte del país. A Paola Rechy la vida le cambió cuando conoció la International Pet and Animal Transportation Association (IPATA, por sus siglas en inglés), la cual engloba a la gente que mueve animales a nivel mundial.

Hace cuatro años, la chica le pidió mil dólares a su jefe, para viajar a Nueva York y conocer sobre la IPATA; ahí comenzó los contactos para poder entrar al mundo apasionante de los animales en movimiento por el mundo.

“Ellos se preocupan y encargan de que el negocio se haga bien y que sea profesional y que al igual que nosotros, no se les ha muerto un animal”, dijo.

La empresaria dice que si no se ama el negocio, de nada sirve.

Vivir de viajes

Rechy asegura que cada experiencia es una historia digna de contarse.

Comenta el caso de un niño que cuando nació, su familia adquirió una iguana; el pequeño creció con el reptil con el cual se dormía.

“La iguana era su almohada. El niño dormía como en una almohada de U, el niño dormía sobre la iguana y el reptil dormía cuando el niño dormía”, platica la empresaria mexicana.

La iguana fue producto de una relación de una mexicana y un inglés, en donde ella la tenía en Amsterdam, pero cuando se casan, viajan a Inglaterra con el reptil. Después, por trabajo se tienen que ir a Dubai y nace su primer hijo, el cual vive con la iguana.

“Cada traslado es una historia más allá de un negocio. Hay unas que son muy emotivas”, dice Rechy

El negocio se vuelve rentable porque la gente viaja con sus mascotas de vacaciones en el verano y el invierno.

Un aspecto a resaltar es que el animal siempre viaja cómodo en los aviones y va protegido con cajas especiales.

Así que, si en su próximo viaje quiere llevarse a ese ser vivo que es su fiel compañero no dude en consultar a los expertos en comercio.

Ahora que si quiere transportar algún animal en el interior del país, también Rechy le brinda su apoyo.