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Hoy en día, la transformación de las plataformas electrónicas y la evolución permanente de herramientas como internet están generando cambios importantes en los mercados y en los consumidores, a tal punto que pareciera que la tendencia es “digitalizarse o morir”.

Cada día vemos más empresas que se suben a la “nube” para compartir, interactuar y dar a conocer sus negocios, productos y servicios desde la perspectiva digital. Las distancias se acortan, los tiempos se reducen y los beneficios y ventajas que ofrecen las compras por internet crecen, tanto para el consumidor como para los comercios.

Datos de la Asociación Mexicana de Internet (Amipci) reflejan que en 2010 el crecimiento del comercio electrónico fue del 31% y que de en tan sólo un año (de 2008 a 2009) las tiendas online le comieron un 4% de participación de mercado a los comercios tradicionales.

Las mismas autoridades se han percatado de la problemática y en días recientes entró en vigor Ley de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares, este instrumento legal obliga a las empresas a dar a conocer un aviso de privacidad en el que se informe a sus clientes qué se hará con sus datos y cómo se protegerán. Además en caso de que el cliente quisiera ser anulado de la base de datos, la empresa deberá acatar la decisión.

No obstante, vale la pena no perder de vista que con el aumento de la vida electrónica, también aumentan los riesgos de ser víctimas de fraude o robo de identidad, del cual, tan sólo en 2010, las autoridades financieras recibieron 300 mil denuncias de robo de identidad en México, lo que ubica al país en la octava posición a nivel mundial, esto de acuerdo con información de CCP, empresa de soluciones de seguridad financiera.

¿Qué podemos hacer los consumidores para comprar seguros en internet? Existen infinidad de consejos que responderían a este cuestionamiento, sin embargo, todo se reduce a dos palabras: inteligencia y precaución.

Comprar en páginas de marcas conocidas, buscar certificados de seguridad, no contestar mails engañosos que procedan del banco o de alguna institución financiera y no realizar operaciones financieras en línea desde terminales públicas son los principios básicos del buen consumidor online.

Además, el mercado también ha evolucionado hacia medios de pago más seguros y con un mayor número de opciones de pago. Ejemplo de esto es que hace apenas unos años no era posible hacer compras sin una tarjeta de crédito, sin embargo hoy el consumidor puede acceder a sus establecimientos favoritos y pagar directamente desde su banca electrónica con una cuenta de ahorros, sin necesidad de ningún tipo de tarjeta crédito, tal es el caso de SafetyPay. Así pues, hoy tenemos a la mano reglas básicas que debemos seguir como usuarios para reducir los riesgos, y proteger nuestra información confidencial y evitar malas experiencias mientras realizamos operaciones por internet, pero es también nuestra obligación estar al tanto de que ya existe una ley que protege la información que compartimos y que obliga a las empresas a decirnos cómo y para qué la van a usar.

Hoy, la situación no es la misma que hace 10 años cuando la gente desconocía el alcance de internet, ya que la popularización del medio ha traido consigo un nuevo consumidor más informado, y una nueva generación de ususarios nativos que hace 10 años eran niños, pero hoy son adultos y empienzan a usar el comercio electrónico de forma mas segura ya que están más familiarizados con todo lo que pasa con él.

Ante el vertiginoso avance de la tecnología, las empresas que quieren incursionar en el comercio electrónico están obligadas a buscar la mejor forma de generar confianza en los consumidores, ya sea a través de la Ley de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares o bien proporcionándoles herramientas que les permitan realizar operaciones y transacciones en internet con la certeza de que la información que ellos les proporcionan va a estar protegida.

Sin duda, frente a los nuevos métodos de comercio, no solo las empresas deben estar preparadas, también nosotros como consumidores debemos estarlo.

*Director general de SafetyPay México