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Vaivenes de la economía

El Universal
Lunes 06 de septiembre de 2010
En los dos últimos siglos, México ha experimentado riqueza por la explotación de sus recursos naturales, y pobreza por el abuso y mala administración de los mismos. Ahora depende de la economía de EU

1810

De la riqueza  al colapso financiero

Durante el siglo XVIII, el virreinato de la Nueva España era la colonia más rica del reino español. El historiador Herbert S. Klein asegura que producía más de la mitad del ingreso fiscal bruto que la Corona  española obtenía.

Buena parte de sus recursos provenían de la minería. Tan sólo entre 1781 y 1800 se obtuvieron 11 mil toneladas de plata. La explotación de este metal precioso era encabezada por las poblaciones de Guanajuato, Real de Catorce, Zacatecas, Real del Monte, Bolaños, Sombrerete, Taxco y Parral.

Uno de los primeros golpes a la economía de Nueva España se presentó en 1805, cuando la colonia se tiene que someter a una nueva medida extractiva, impuesta por el reino: la Consolidación de Vales Reales. Esta acción aumentó en forma considerable la suma que tenía que pagar la tesorería novohispana.

En 1809, la Nueva España también padeció el golpe de la crisis económica mundial que se presentó ese año. Además, se sufrieron los estragos de una fuerte sequía. En 1810 la minería entra en crisis, sobre todo porque —al comenzar la lucha por la Independencia— hay una fuga de capitales. Las minas fueron abandonadas y la mayoría de ellas se inundaron.

El investigador Luis Jáuregui señala que al inicio de la guerra de Independencia la Nueva España experimentó un “espectacular colapso en los ingresos brutos y netos”. La caída se debió, explica, “a un problema económico de fondo, agregado al aumento del gasto bélico”.

La población, ya golpeada por la inmovilidad en los sueldos, padece los estragos económicos. Los cronistas de la época documentaron que los comerciantes y artesanos ganaban entre 25 y 50 pesos. Buena parte de la población gastaba, por lo menos, la mitad de su salario en la renta de la vivienda.

Al consumarse la Independencia se reactiva el interés por invertir en México, una de las primeras empresas extranjeras que lo hacen es la compañía inglesa de Caballeros Aventureros de las Minas de Real del Monte, la cual se establece en  el hoy estado de Hidalgo y reactiva la actividad minera.

Historia sobre ruedas

Circulalujo y buen gusto

Las crónicas de la época mencionan que en la ciudad de México circulaban poco más de 2 mil 500 carrozas y forlones (una especie de coche sin estribos, con la caja colgada con correones y puesta entre dos varas de madera). En el libro “La vida de México en 1810”, el historiador  Luis González Obregón, narra que a medida que el lujo aumentaba, crecía el buen gusto en los coches (carrozas), “pues a las pesadas tallas de los antiguos forlones y carrozas, había sucedido la sencillez  en los adornos; a las antiguas molduras, los mejores charoles, comparables a los barnices extranjeros, porque es de advertir que ya por aquella fecha se fabricaban coches en México en la casa de Manuel Tolsá”.

Paso a paso

Calzado exclusivo

Los ricos de la época vestían calzado elaborado con telas finas, con hebillas y detalles en hilos de oro o plata. Buena parte de la población calzaba guaraches de cuero; los hombres los llevaban gruesos y toscos. Sin embargo, los más pobres —y en especial niños y mujeres— no conocían lo que era llevar un par de zapatos, ellos iban descalzos.

Montepio

Préstamos para ricos

En 1775 se fundó el Monte de Piedad. Francisco Carabantes fue la primera persona en empeñar una joya de diamantes, por la cual le prestaron 40 pesos oro, Carabantes la recuperó en agosto de ese mismo año, dejando una limosna de 8 reales. Al Monte de Piedad sólo acudían personas que tenían joyas o artículos de un valor considerable. En esos años, los dueños de las tiendas de abarrotes —llamadas pulperías— también eran prestamistas, sus clientes eran personas de bajos recursos. La pulpería Cacahuate era una de las que más prestaba; ahí, sobre todo, se empeñaba ropa, enaguas y sábanas. La Iglesia también era prestamista, en especial de nobles y terratenientes.

1910

Incipiente desarrollo

Uno de los grandes méritos de Porfirio Díaz fue expandir la red ferroviaria en el país. Para 1910 México contaba con 24 mil 320 kilómetros de vías férreas, “cuyo material rodante es igual o mejor que el europeo”, decía asombrado el historiador italiano Adolfo Dollero.

Los ferrocarriles fueron el símbolo del desarrollo económico que el país tuvo durante el Porfiriato. Si bien no benefició a todas las clases sociales en la nación, sí permitió que la nación contara con mayor infraestructura.

Entre 1908 y 1909 se experimentó una crisis económica mundial. En el país, las importaciones disminuyeron, aunque en 1910 se normalizaron. Para este año, había alrededor de 800 millones de dólares de capital estadounidense  invertidos en México en diversas áreas, entre ellas la petroquímica

La industria textil era exitosa y moderna para la época. Se localizaba en Puebla, Tlaxcala, Distrito Federal, Estado de México y Veracruz. Entre las principales fábricas estaba la de tejidos de lana San  Ildefonso.

Entre las compañías importantes estaba la fábrica de cigarros El Buen Tono, del francés Ernesto Pugibet. Contaba con 267 máquinas y producía 10 millones de cigarros diarios, para ello empleaba 14 mil kilogramos de tabaco. Ahí trabajaban 2 mil obreros.

Para entonces ya existía la Cervecería Moctezuma y la Fabrica de Fósforos y Cerillos La Central.
Las condiciones laborales de los obreros no siempre eran las mejores. Las crónicas señalan que los trabajadores recibían salarios que iban de 50 centavos a un peso diario; pero se les descontaban los costos por las máquinas rotas, los retrasos en la fabricación y “los desórdenes en el comportamiento”, relata el historiador.

Para 1910, la industria minera ya se había recuperado. Desde 1880 y hasta 1910, la producción de plata se incrementó de 11 mil a 36 mil toneladas.

Historia sobre ruedas

Arribo de autos modifica vialidad

El primer automóvil llegó a México en 1895. Lo trajo la Agencia de Ingenieros Basave, Robles Gil y Zozaya; su propietario, Fernando de Teresa, lo condujo entre carrozas de mulas y coches de alquiler tirados por bestias, a una velocidad de 16 kilómetros por hora. Las primeras marcas de automóviles que llegaron al país fueron Fiat, Cadillac, Protos, Packard, Reo, Oldsmobile. Entre julio de 1911 y marzo de 1912 fueron importados 242 automóviles. El límite de velocidad en la ciudad no excedía los 40 kilómetros por hora.

La llegada de los vehículos automotores obligaron a las autoridades a replantear las condiciones de los transportes, sobre todo en las ciudades, pues circulaban en el mismo espacio vehículos con tracción animal, tracción eléctrica y automóviles.

Paso a paso

Clase y distinción

Excélsior fue una de las primeras fábricas de calzado en el país. Se encontraba en Tacubaya y producía casi mil 200 pares de zapatos diarios. Trabajaban más de 450 obreros, todos mexicanos. Los guaraches seguían siendo utilizados por grandes sectores de la población. En fotografías de la época es común observar que los niños de menos recursos andaban descalzos; mientras que los más ricos vestían calzado francés.

Montepio

Usura y explotación

Para este año, las casas de préstamo son casi todas españolas.  El historiador italiano Adolfo Dollero, en su libro “México al Día”, narra la impresión que le dejaron estos prestamistas: “Estas casas prosperan en México, explotando de manera infame a la plebe.

Unos anuncios colgados o pintados en la parte exterior de la casa  reproducen las condiciones (del préstamo) en letras de molde. Pero  el pueblo o no sabe leer o no las lee; además, pocos entienden la usura de que son víctimas y que debería ser considerada como crimen por ley”. En 1902 surgió el Montepío Luz Saviñón; mientras que en 1905 se creó Fundación Dondé.

2010

En este año —según el Cuarto Informe de gobierno— la economía mexicana “regresó al sendero del crecimiento”. El documento señala que se logró un incremento de 4.3% anual del Producto Interno Bruto (PIB). Las cifras alegres tienen cimientos muy débiles que en cualquier momento podrían caer, como sucedió en 2009, como consecuencia de la crisis que vivió Estados Unidos.

Y es que, como nunca antes, México depende de la economía de Estados Unidos, país que no pasa por su mejor momento financiero. Hay analistas internacionales que ya observan signos de una nueva caída económica en la nación vecina. Para México, esas no son buenas noticias. Además, las principales fuentes de ingresos de México —petróleo, remesas de migrantes y turismo— son demasiado endebles. Y el país enfrenta un grave problema de desempleo. ¿Cómo se llegó a eso?

Luis Jáuregui, especialista en historia económica y fiscal de México, explica que después de la Segunda Guerra Mundial, la población mexicana comenzó a crecer y el país se industrializó. El problema fue que se “protegió demasiado a las empresas bajo el argumento de que daban empleo a la gente”. Además, los gobiernos priístas decidieron incrementar la deuda del país “para comprar la paz social” y, “para no perder el poder”, no se realizó ninguna reforma “real y de fondo” de carácter fiscal. “Y no se realizó porque se tenía el petróleo, así que se explotó a Pemex hasta que ya no se pudo más.

Ahora buena parte de la economía depende de las remesas que envía la gente que no encontró empleo en el país y tuvo que migrar a Estados Unidos. “Ellos, los migrantes, y el narcotráfico sostienen al país”.

Hay cifras que refuerzan la afirmación del historiador. En julio del 2009, la revista Expansión publicó un reportaje en donde señala que el narcotráfico genera en México 19 mil millones de dólares. Luis Jáuregui menciona que el camino que México podría seguir para atacar el desempleo, el avance del crimen organizado y su situación económica es invirtiendo en educación e infraestructura. “Es necesario y urgente dedicar muchos recursos económicos en educar a la gente. La educación requiere mucho dinero, pero es una inversión que, al final, trae buenos resultados. A la par, hay que invertir en infraestructura, en carreteras, en trenes, para darle trabajo a la gente y estimular el crecimiento”.

Historia sobre ruedas

Productor a granel de automóviles

El parque vehícular, hasta julio de este año, es de alrededor de 31.9 millones de automotores. La edad promedio de estos vehículos es de casi 15 años, por lo que México es el país, de entre las 30 naciones miembros de la OCDE que tiene los automotores más viejos en su territorio junto con Rusia. México se convirtió en el último lustro en el productor número nueve con la fabricación anual de poco más de 2.1 millones de unidades en 2008. Con la crisis económica de 2009 sólo ensambló 1.5 millones de unidades. En el país existen 14 complejos industriales con una capacidad instalada para producir casi 3 millones de automotores. De la producción total de autos, las plantas mexicanas envían al exterior ocho de cada 10 autos.

Paso a paso

Industra boyante

El consumo promedio de calzado anual por habitante es de 2.5 pares de zapatos.
Se calcula que al año, se compran alrededor de 285 millones de pares de zapatos. La industria del calzado se integra por 4 mil 100 empresas. De ellas, 56% son microempresas.
La industria del calzado genera 297 mil empleos, tanto en el ramo de la producción, distribución y venta. Mientras que la producción anual de calzado nacional es, en promedio, de 244 millones de pares. El calzado que se importa proviene de Vietman (38.27%), Indonesia (23.79%) y China (8.8%).

Montepio

¿Dinero en minutos?

La oferta de préstamos en efectivo se ha diversificado. En el país existen 250 casas de empeño. En los últimos años han surgido instituciones bancarias dirigidas a sectores populares. Por ejemplo, Banco Azteca y Banco Ahorro Famsa autorizan microcréditos en menos de 24 horas y con montos de hasta 30 mil pesos, aunque revistas como “Business Week” alertan sobre los altos intereses —de más de 90%— que cobran estas empresas. El Nacional Monte de Piedad atiende a uno de cada cuatro hogares en el país; realiza en promedio 24 millones de contratos prendarios al año y recibe alrededor de 33 millones de artículos. La Fundación Dondé tiene 200 sucursales y el Montepío Luz Saviñón tiene 170.

 



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