Agua, un negocio muy líquido
La publicidad de agua embotellada, que hace énfasis en sus beneficios para cuidar la salud y la figura, no ha caído en saco roto. No en México, país con mayor consumo per cápita de este producto: 270 litros por persona, que en conjunto generan ventas de 6 mil 500 millones de dólares anuales (según TGI México). Como es de suponerse, estas ganancias quedan en manos de empresas transnacionales. De acuerdo con la National Beverage Market, Pepsi Co, Cadbury, Danone y Coca-Cola tienen 50 por ciento de este mercado en México, bajo las marcas de Electropura, Aguafiel, Bonafont y Ciel, respectivamente. El resto pertenece a pequeñas marcas locales que de manera indirecta también pertenecen o se envasan con marcas extranjeras. TGI (firma de medición de Kantar Media Research) asegura que son los adolescentes mexicanos quienes más consumen agua embotellada: mujeres de entre 20 y 24 años y hombres de entre 12 y 19, en tanto que los hombres mayores representan el grupo menos interesado (mayores de 50). Estima también que 62 por ciento de la población de clase social AB la compra, así como 63 por ciento de la clase C+ y C, 57 por ciento de la D+ y 55 por ciento de la DE. Al respecto, registros de la Global Market Research (GMR) indican que la venta de agua embotellada se ha incrementado notablemente en los últimos dos años: en 2000 se consumieron 101 millones de litros en México; para 2002, la cifra ascendió a 508 litros, es decir, 400 por ciento más, y para este año, se espera que sea de 800 litros. Contrario a lo que pareciera, Euromonitor Internacional señala que el país no consume agua embotellada por evitar tomar aguas contaminadas (proveniente de las tuberías), sino porque es justamente en este país donde los fabricantes "producen" sus aguas y en donde más invierten en publicidad y marketing . A nivel mundial, de acuerdo con la World Wildfire Federation (WWF), en todo el mundo se consumen 89 mil millones de litros de agua embotellada, y cada año se incrementa su consumo 7 por ciento por persona. Europa es la región en dónde más se demanda este producto y de donde provienen las marcas más beneficiadas por esta industria: Nestlé y Danone. Asimismo, señala que la marca Evian es la más vendida (en Europa, sobre todo) colocando mil 440 millones de litros por año. La razón, según estudios de la NRDC, es que la fuerte demanda del agua "purificada" ha provocado que las embotelladoras utilicen agua corriente o de lagos y lagunas (y no de manantiales, como aseguran) que luego tratan en sus plantas para limpiar y, en muchos casos, para darle sabor a agua "simple". Por su parte, la WWF detectó, tras una investigación, que la industria del agua embotellada utiliza alrededor de 1.5 millones de toneladas de plástico al día, las cuales son manufacturadas con materiales tóxicos, dañinos para la atmósfera y para el consumidor. Peor aún, una de cada cuatro botellas de agua que se exportan "viajan" en transportes emisores de dióxido de carbono, que sin duda afectan la "calidad" del líquido que contienen. Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) indica que las propiedades nutricionales del agua se pierden al embotellarse y reconoce que los mensajes publicitarios sí han exagerado sus cualidades, pues no son agentes para disminuir el sobrepeso, quitar la sed (de manera total) o proporcionar buena salud. Tampoco contienen ningún aporte nutricional, como suelen presumir algunas de sus etiquetas, asegura la FAO.
¿Son realmente sanas?
La Natural Resources Defense Council de Estados Unidos (NRDC) detectó que en una de cada 103 marcas de agua embotellada existen niveles contaminantes de sustancias como el arsénico. El caso más reciente es el de Coca-Cola que hace algunos meses retiró sus marcas de agua embotellada de Europa por esta situación.





