Los viajes ilustran, pero pueden salir caros

Las carreteras están en mal estado, por ello las empresas de autotransporte formaron cuadrillas de apoyo en infraestructura, afirma Arturo Juncos, Presidente de Canapat. (Foto: El Universal )
Uf!, cuántos precios y horarios de salidas tiene el tablero, pensaba don Prudencio cuando llegó a la Terminal de Autobuses del Norte, en la ciudad de México. ¿Con cuál nos vamos hasta Tijuana?, le preguntó a su esposa. Y es que en esa ciudad los esperaba su hija para pasar el año nuevo. ¡Oye papá! Afuera hay una combi que ofrece llevarnos a Tijuana y cuesta la mitad de lo que vamos a pagar aquí. Apresuradamente le decía su hija menor que viajaría con ellos. Después de 15 minutos de escuchar lo que el chofer independiente, el de la combi de afuera, les ofrecía: ?Mire que van a viajar más cómodos. Me puedo parar en cuanto la señora se canse o cuando quieran comer algo, podemos llegar más rápido porque no hacemos tantas paradas y sobre todo se va ahorrar mil 500 pesos en los tres pasajes?. Finalmente, don Prudencio decidió viajar en una línea de autotransporte, en el servicio económico que le costó mil 148 pesos por cada boleto. En entrevista con EL UNIVERSAL, el gerente general de la Cámara Nacional de la Industria del Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat) agregó que el más afectado ante esta situación es el viajero, porque no se da cuenta del peligro en que viajan en el transporte informal. Explica también que existe un mercado informal grande. La Canapat estima que hay cerca de 10 mil vehículos en el transporte irregular. ?Sólo hay que ver la cantidad de camiones y camionetas irregulares que se estacionan en ciertas calles y esquinas de Acapulco todos los domingos?. El problema es que hay muchas personas que prefieren pagar menos y la demanda por este transporte ha aumentado. Incluso relató lo que pudo observar en la central de autobuses de Tijuana. ?Una persona en una combi ofrecía el viaje Tijuana-Oaxaca, a un precio hasta 60 por ciento menor que si el recorrido se hiciera en autobuses de línea. Y tenía a varios interesados?. Desafortunadamente, agrega Juncos, no se dan cuenta de los problemas en que se pueden meter. Viajan sin ninguna protección como lo es un seguro para gastos médicos en caso de accidentes, el chofer no tiene tiempo de dormir adecuadamente, las descomposturas en este tipo de transporte son muy frecuentes por la falta de mantenimiento y el desgaste de los vehículos, nadie responde por el equipaje, por lo general viajan en las carreteras libres del pago de casetas y, por si fuera poco, en rutas distantes los robos se hacen frecuentes durante la noche. En comparación, explica Juncos, los autobuses de línea cuentan con seguro de viajero y de daños a terceros. De tal manera, que si el autobús tiene un percance existe un seguro que indemniza con los montos de ley a los lesionados o deudos en caso de existir muerte a consecuencia del siniestro. La gente se motiva por el ?ahorro? en el precio, pero desconoce que puede salirle más caro, en caso de un accidente o robo durante el recorrido, señala Juncos. En su opinión, el pasaje tiene que evaluar y considerar estos elementos, incluso puede hacer efectivos los descuentos que por ley ofrecen las líneas de autobuses. Las personas mayores de 60 años afiliadas al Insen y los estudiantes, con credencial vigente tienen 50 por ciento de descuento, y los maestros 25 por ciento . Con la reducción del precio en una tarifa económica ya no existe ninguna diferencia de precio con el servicio informal. Anteriormente en el transporte foráneo existía el servicio de primera y de segunda, y eso era todo. El precio tenía un diferencial aproximado de 20 por ciento . En primera, las paradas eran mínimas y no se podía viajar con cajas al interior del autobús, en segunda las paradas eran constantes y se viajaba entre cajas y animales de granja, por lo general. A partir de la desregulación del sector, en 1993 se establecen diferentes tipos de servicio tanto en pasaje como en turismo, indica Juncos, y agrega que ahora hay cuatro categorías y los autobuses tienen que cumplir con ciertos requisitos para poder encuadrar en ellas. Actualmente hay en pasaje el servicio de lujo o ejecutivo, el servicio de primera, el servicio económico y en la cuarta categoría el servicio mixto. Esta última se ofrece entre las rancherías y pueblos de los estados, permite llevar carga y pasaje. En las rutas turísticas es más común encontrar lujo, primera y económica. El gerente general de la Canapat informó que los precios entre la categoría de lujo y la económica pueden variar hasta 100 por ciento , lo que depende de la ruta y de cada línea. Juncos explicó que con la desregulación, los precios que establecía la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, quedaron liberados. Ahora cada línea cobra sus propias tarifas y las pueden cambiar en cualquier momento. Las diferencias cualitativas entre las categorías son: el modelo del autobús, los espacios disponibles (hay camiones de lujo que sólo tienen cupo para 25 pasajeros), los servicios de atención personal que se ofrecen (café, refrescos, películas, música, frazada), si cuenta con sanitarios, asientos reclinables y aire acondicionado. El entrevistado señala que el servicio más caro se ofrece en donde el mismo mercado local lo demanda, por ejemplo en rutas hacia Acapulco, Cuernavaca y Monterrey, entre otros. Los precios, afirma Juncos, aún cuando se manejan de manera independiente en cada línea de autotransporte de pasajeros, pueden variar entre 30 por ciento y 40 por ciento entre el más caro y el más económico. En el servicio económico, agrega, existe una competencia mayor, hay más corridas y cada línea busca ponerle un ?moñito? a su servicio para atraer pasaje. Estas patrullas las pagan cada empresa, que también cuentan con ambulancias y paramédicos que supervisan a los operadores durante el trayecto. Juncos señala que el gremio del autotransporte de pasaje está haciendo lo posible por ganar mercado. La principal competencia, dice, en rutas largas son las líneas aéreas, que además en temporadas bajas para ellos reducen su precio tanto que la diferencia entre un pasaje de autobús y uno de avión es de 300 o 400 pesos, por lo que el pasajero tiende a preferir el avión. Tal es el caso de destinos como Tijuana, Ciudad Juárez, Monterrey, Matamoros. Por otra parte, en épocas de alta demanda turística los precios del autotransporte de pasajeros resultan muy competitivos, indica Juncos. Durante el reciente periodo de vacaciones para finalizar 1999, los destinos hacia playas, ciudades coloniales y en general, mantuvieron mucha demanda. Las tarifas no se incrementaron y esperan, los mismos socios de la Canapat, no afectarlas en gran proporción por el reciente incremento en el peaje carretero.
¡De la que se salvó!
En el autotransporte existe una competencia que afecta a la industria y al pasajero, son los propietarios de un camión pequeño, camionetas tipo combi o Suburban y hasta combis que en la ciudad sirven como peseras, señala Arturo Juncos Ortega.
Las cuatro categorías
Los pasajeros pueden encontrar diversidad de horarios y precios, porque existen cuatro categorías diferentes. Aunque, agrega Juncos, algunas líneas sólo ofrecen dos tarifas diferenciadas.
A favor de las carreteras
Juncos reconoce que las carreteras en general muestran mal estado. Esta situación, dice, provocó que las empresas de autotransporte formaran cuadrillas de apoyo en infraestructura. Se pueden encontrar cuadrillas de trabajo a lo largo de las carreteras, arreglando señales, bardas, rejas o pintando divisiones.





