Inundan el país "gallitos" de EU y llantas chinas
La industria llantera mexicana ha dado un vuelco radical en los últimos dos años, lapso en el cual tres consorcios -Michelin, Uniroyal y Euzkadi- decidieron cerrar sus plantas fabriles ante la imposibilidad de cubrir losaltos costos de las materias primas, solucionar problemas sindicales, y hacer frente al creciente ingreso de neumáticos de desecho de Estados Unidos o de origen asiático de bajo costo pero de pésima calidad. El parque vehicular nacional consume anualmente 30 millones de llantas de las 75 marcas que se comercializan en el país; sin embargo, las empresas establecidas en el país no pueden comercializar 4 millones de unidades, ya que este mercado es aprovechado por las llantas asiáticas y los llamados "gallitos" -desechos norteamericanos que ingresan de manera ilegal a México. Productores y comercializadores de Tornel, Firestone y Goodyear denuncian que estos productos ingresan al país sin ninguna restricción y resienten que la Secretaría de Economía no haya establecido programas que impidan el creciente ingreso de los neumáticos de mala calidad. "Son desechos de Estados Unidos o productos de mala calidad de naciones asiáticas y del medio oriente que se venden sin factura ni garantía,que no pagan impuestos y promueven la pérdida de los empleos", afirma Raúl Tornel Ruiz, miembro del Comité Corporativo de la Compañía Hulera Tornel. Según estimaciones de la Cámara Nacional de la Industria Hulera (CNIH), el precio promedio de una llanta es de 300 pesos, por lo tanto, al dejar de comercializar 4 millones de unidades, las empresas establecidas de manera legal dejan de captar más de mil 200 millones de pesos. Sin embargo, aclara el organismo, el impacto no sólo afecta a las empresas, sino a la economía en general, toda vez que se pierden miles de empleos y el gobierno federal deja de percibir recursos fiscales que contribuirían al desarrollo del país. La CNIH indica que desde hace dos años promovió una demanda por dumping ante la entonces Secretaría de Comercio y Fomento Industrial y hasta a la fecha no han recibido una respuesta positiva, ni el anuncio de la aplicación de cuotas compensatorias para estos productos. En la presente administración, el gremio llantero ha entablado pláticas con funcionarios de la Secretaría de Economía, quienes han manifestado interés por resolver el problema, aunque a la fecha no se han reportado avances significativos. Mientras tanto, miles de llantas siguen ingresando de manera irregular al territorio nacional y ganando terreno en el mercado. Salvador Chavez, vocero de Firestone, explicó que en un ambiente recesivo la gente prefiere comprar llantas de bajo precio aunque estas sean de mala calidad El desplazamiento del mercado por la competencia desleal, aunado a los altos costos de producción, influyó en la decisión de las grandes llanteras de cerrar sus fábricas en el país: Michelin hace año y medio, Goodyear hace un año, y Euzkadi hace seis meses, expuso el vocero de la firma. Chávez explicó que ahora otras llanteras prefieren importarsu producción de sus fábricas instaladas en otras partes del mundo, ya que así ingresa con arancel cero, mientras que importar materia prima para su fabricación implica cubrir aranceles cercanos al 30 por ciento . Esto, agregó, presenta una desventaja para las empresas establecidas en México ya que enfrentan altos costos y no pueden ofrecer los mismos precios que otras compañías que prefieren maquilar en el exterior. La competencia desleal tambien es producto de la mano de obra barata. Según Tornel Ruiz, las llantas chinas son fabricadas por trabajadores no calificados a cambio de un salario rídiculo y las traen a competir de manera desleal con fábricas que ofrecen capacitación y cumplen con normas oficiales y garantía al usuario. Ante la difícil situación, los miembros del gremio dicen que es incierto el futuro de las empresas llanteras establecidas en el país, ya que mientras las autoridades no actúen, continúa atentándose contra las llanteras que aportan beneficios económicos al país y las fuentes de trabajo Debido a que las llantas irregulares se adquieren en el mercado informal, el comprador corre además varios riesgos. Al salir defectuosa la pieza no puede cambiarla y tiene que adquirir otra, con el consecuente impacto en su economía. Pero lo más importante, advierten los llanteros, es que pone en riesgo su vida y la de los ocupantes del vehículo, aseveró.





