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El tamaño del “tijeratazo” que sufrirá Petróleos Mexicanos (Pemex) refleja que el gobierno federal ve a la paraestatal como el mecanismo de ajuste de las cuentas nacionales.

Carlos Huerta Durán, experto en negocios petroleros y ex asesor del Consejo de Administración de Pemex, señaló que al decidir el ajuste al gasto de la petrolera por 62 mil millones de pesos, había dos caminos.

“Si lo que se buscaba era prepar a la empresa para afrontar de mejor manera los desafíos de la reforma energética, los recortes tendrían que haber sido poco significativos”, dijo.

Pero si de los que se trata es de atemperar la caída de los ingresos petroleros para financiar el gasto público y cuadrar las finanzas del gobierno, “Pemex continuará siendo el mecanismo de ajuste de las cuentas nacionales, y no la empresa productiva”, lamentó.

Detalló que el presupuesto asignado a Pemex es de poco más de 540 mil millones de pesos para 2015; 32% corresponde a gasto corriente (174 mil millones de pesos) y 68% a gasto de inversión (366 mil millones).

Indicó que la parte susceptible de recorte está en el gasto de operación — 40 mil millones de pesos—, y que es sólo 7.4% del presupuesto total. Sin embargo, por la magnitud del recorte, la “inversión física se antoja como un jugoso filete que podría ser sujeto de disminuciones considerables”.

Explicó que el gasto de inversión se divide en exploración y producción,que tiene hasta ahora 300 mil millones de pesos; refinación, poco más de 50 mil millones; y, gas y petroquímica, 14 mil millones.

Para exploración y producción hay proyectos como aguas profundas; Chicontepec; Exploración y futuro desarrollo y Lutitas. En explotación destacan Ku-Maloob-Zaap; Cantarell y Burgos, entre otros. Consideró que por el lado de trasformación industrial, la parte relevante es mantenimiento en refinación y también en petroquímica, por donde podría venir otro ajuste.

Lo deseable, dijo, es que ninguno de esos proyectos tenga recorte.

Explicó que Pemex está en un proceso de reestructuración que le permita obtener mayores ahorros económicos y mayores eficiencias operativas; además se encuentra en una transición de pasar de un organismo público descentralizado a una empresa productiva del Estado. Además, por Ley, está en un proceso de negociación con el Sindicato petrolero para modificar las condiciones económicas de trabajo.

Lo urgente para Pemex, subrayó, es mejorar su situación financiera.