¿Se congela la expansión de EU?
El crecimiento del vecino país del norte fue decepcionante en los primeros tres meses de año. La economía mostró un estancamiento y si bien es cierto que existieron factores temporales que explican el resultado, como el mal clima, hay otros dos que pudieran tener un impacto más duradero en la economía de Estados Unidos: el bajo precio del petróleo que está afectando la inversión física y el dólar fuerte que ha mermado al sector exportador (las ventas al exterior bajaron 7.2%, después de haber crecido 4.5% en el trimestre anterior).
La cifra preliminar del Producto Interno Bruto real estadounidense del primer trimestre, tuvo una variación del 0.2% a tasa anualizada por debajo de la expectativa del mercado de un incremento del 1 % e inferior al 2.2%, registrado en los últimos tres meses del 2014.
El gasto del consumidor se desaceleró (éste creció 1.9% versus 4.4% en el cuarto trimestre de 2014) influido por el clima desfavorable provocado por el invierno tardío, que ahuyentó a los estadounidenses de los centros comerciales y esto a pesar de que el ingreso real se elevó, por las bajas en precios de energéticos; el ingreso disponible subió 6.2%, que es la mayor alza registrada en 2 años.
A su vez, la inversión fija bruta se moderó (ya que muchas empresas estadounidenses transnacionales tienen capacidad ociosa en Europa y Asia), la recuperación del sector inmobiliario permaneció lenta y las exportaciones declinaron. En este ámbito, el mercado laboral también se resintió.
Ahora bien, las autoridades monetarias de EU consideran que si bien el crecimiento del producto y del empleo se atenuó durante el primer trimestre, éstas esperan que con la adecuada política económica, la actividad productiva se recupere, si bien a una tasa más moderada.
Esto hace reconsiderar el crecimiento esperado en 2015, de 3%, para ubicarlo más hacia un nivel de 2.5%, todavía por encima de 2.39% registrado en 2014 y de 2.2% del 2013. Por ahora, existe el consenso de que la tasa alcanzada por el PIB en el primer trimestre, será la más baja del 2015, pero el rebote no será fuerte.
La inflación, por su parte, permanece por debajo del objetivo del largo plazo de 2%, reflejando la declinación en los precios de la energía y de las importaciones, en general. Sin embargo, se considera que a medida que estos dos efectos se disipen y el mercado laboral retome, la inflación irá aumentando gradualmente.
Por ahora la expectativa de endurecimiento de la política monetaria se aleja, toda vez que la Reserva Federal (Fed) ha manifestado que sus acciones futuras están condicionadas a la evolución de la actividad económica, del empleo y de la inflación. Por tanto, la moderación del crecimiento económico, la debilidad reciente del empleo y la baja inflación, refuerzan la percepción de que la elevación de las tasas de interés se postergará y que el nivel de los réditos de los Fondos Federales seguirá ubicándose en el nivel actual.
No obstante, es claro que en algún momento del año, se iniciará la normalización de la política monetaria, lo que va a apreciar aún más la moneda de ese país y por ende su déficit comercial siga elevándose, por eso es previsible esperar que la tasa de crecimiento del PIB vaya a estar por debajo de la estimación original.
Es evidente que la economía mexicana ampliamente ligada a la estadounidense vaya a resentir esta moderación. Es cierto que el sector exportador del país, se ha visto beneficiado por la apreciación del dólar, en particular, el automotriz que ha permanecido muy robusto y ha compensado las debilidades de otros segmentos exportadores. Empero a la postre un menor avance del PIB estadounidense se reflejará en una menor demanda por importaciones, y esta situación se dejará sentir con mayor profundidad por el retraso en el ciclo económico, en el segundo trimestre del año.
El pobre desempeño de la economía estadounidense terminará impactando, en este sentido, de manera negativa a la economía mexicana. Sin embargo, también es cierto que la dilación de la Fed por subir sus tasas de interés, da un respiro a las autoridades monetarias del país, ya que el balance de riesgo es hacia el crecimiento. De hecho los datos hasta ahora disponibles ya acusan poco avance de la economía en los tres primeros meses.
*Directora del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac en la Universidad Anáhuac, México Norte