ruben.migueles@eluniversal.com.mx  

Los recortes a los presupuestos de 2015 y 2016 por 259 mil millones de pesos en conjunto —1.4% del PIB— limitarán la posibilidad de que la economía mexicana alcance un crecimiento de 4% al final del sexenio, de acuerdo con la meta inicial del gobierno federal, dando prioridad a la estabilidad y el equilibrio de las finanzas públicas más que al incremento del PIB y la generación de empleos, advierten analistas.

El contexto internacional no favorece a la recuperación económica del país. El desplome de los precios del petróleo impulsaron el recorte del gasto público éste y el próximo año, en un periodo en que las tasas de interés tenderán a aumentar conforme la Reserva Federal de Estados Unidos eleve su tasa de referencia.

La estrategia gubernamental de una política presupuestal austera y una política monetaria restrictiva van a limitar de manera severa la posibilidad de que la economía mexicana pueda alcanzar tasas de crecimiento mayores a las registradas hasta ahora, externaron.

Aun antes de que Hacienda entregara al Congreso los llamados Pre Criterios 2016, donde se especifica el ajuste al presupuesto para el próximo año por 135 mil millones de pesos, los analistas del sector privado ya habían reducido sus proyecciones de crecimiento para ese año en 12 puntos base para llegar en promedio a 3.51%, más cerca del nivel mínimo de la estimación oficial de 3.3% a 4.3%.

El gasto público es un elemento relevante para impulsar la inversión y el crecimiento económico del país —al representar más de 20% del PIB—, sin embargo, cuando el gobierno manda estas señales de recortes al presupuesto dos años seguidos, las expectativas de los diferentes agentes económicos tienden a disminuir de manera importante, explicó el investigador y profesor del departamento de Economía de la UAM Iztapalapa, Gregorio Vidal

El gobierno está cumpliendo con lo que dice la ley para recuperar el déficit cero, están muy casados con esa idea para quitarse la etiqueta de irresponsables en términos de no generar mayor déficit y no crear más deuda. Pero esto pude implicar que lo que habían ganado de margen de maniobra para impulsar el crecimiento no les alcance a concretar una tasa de 4% anual, sobre todo porque el aumento ahora dependerá de que la inversión privada llene los huecos que deja la inversión pública, comentó el especialista en finanzas públicas de la facultad de Economía de la UNAM, Aníbal Gutierrez.

“Es un contrasentido pensar que la inversión privada va a cubrir el hueco que va a dejar la inversión pública, porque la señal macro más relevante es la que se envía desde la administración pública. En ese contexto los empresarios son más cuidadosos cuando el sector público realiza este tipo de recortes presupuestales, sobre todo si se toma en cuenta que el contexto financiero es de creciente volatilidad”, añadió Vidal.

La inversión privada viene cuando la inversión pública crece, y eso está demostrado desde la experiencia en una gran cantidad de países.

“Por eso es que la austeridad, en condiciones de bajo ritmo de crecimiento, siempre es una medida que termina acompañando el ciclo económico a la baja y tiende a profundizarlo”, agregó el especialista.

“El recorte al gasto para 2016 implicaría que el gobierno operaría bajo un presupuesto de 3.5% menor en términos reales al esperado para este año, cuando tenían que potenciar y comenzar a consolidar los proyectos de inversión, pues ya vamos a la mitad del sexenio”, externó, Gutierrez.

El gobierno privilegia el superávit fiscal y el pago de la deuda. El secretario de Hacienda ha reiterado que la prioridad del gobierno es preservar la estabilidad para de esta manera fomentar el crecimiento económico; sin embargo, en lo que va de la presente gestión, el aumento sigue sin consolidarse en detrimento del empleo y nivel de vida de la población, concluyeron los especialistas.