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Con el fin de sincronizar los anuncios de política monetaria entre la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y el Banco de México, la junta de gobierno del instituto central, a cargo de Agustín Carstens, aprobó modificar para lo que resta del año las fechas de reuniones ordinarias en las que se decide si es necesario cambiar la tasa de referencia.

Para julio se movió la reunión del día 23 al 30, mientras que en agosto no está programada ninguna, y para septiembre —cuando el consenso del mercado espera que inicie el ciclo de alzas de los tipos de interés— se pasó del día 3 al 21, es decir, después de que la Fed haga su propio anuncio de política monetaria, seguido de una conferencia de prensa que suele dar su presidenta, Janet Yellen.

Lo anterior fue interpretado por analistas como una señal de que el movimiento de Banxico será de alza, después de que la Fed inicie su proceso de normalización de la política monetaria en septiembre.

Banorte-Ixe estimó que eso implica que Banco de México podría estar subiendo tasas en su reunión del 21 de septiembre.

En octubre próximo, la sesión del Banxico será el 29 y no el día 15. En noviembre no habrá, y para el último mes del año se llevará a cabo el día 17, en vez del 3 de diciembre.

Banxico explicó que dada la importancia que podría tener hacia adelante la postura monetaria relativa entre México y Estados Unidos en la evolución del tipo de cambio y de las expectativas de inflación, dicho órgano aprobó hacer las modificaciones.

“Las nuevas fechas establecidas permitirán a la junta de gobierno contar con la información más actualizada sobre las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal al momento de hacer sus deliberaciones”, aseguró el banco central.

Banorte-Ixe opinó que el cambio en el calendario es positivo, porque elimina uno de los factores de incertidumbre adicionales a la volatilidad que pudiera generarse después del inicio del proceso de normalización de la política monetaria en EU.

El equipo de análisis y estrategia del banco privado, y que le da seguimiento a renta fija y el tipo de cambio, coincidió en que las nuevas fechas de reunión refuerzan la señal de que subirá la tasa después del Fed.