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REYNOSA, Tamaulipas.— Las autoridades desconocen el total de familias que se quedaron sin el servicio de televisión en Tamaulipas tras el fin de las señales analógicas, más allá de los 11 mil hogares inscritos en el padrón de la Secretaria de Desarrollo Social (Sedesol) que aún pueden optar por recibir un aparato en los próximos días.

“No creo que haya un estallido social pero si manifestaciones. El error fue hacerlo a medias” dijo el líder de colonias populares del PRI en Reynosa, Carlos Ibarra.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se comprometió a cubrir a los hogares inscritos en algún padrón de la Sedesol con televisores, luego de que se apagaran señales de TV abierta analógicas ayer en Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros.

Pero muchas personas de bajos recursos, que no cuentan con ninguna asistencia del gobierno a través de Sedesol, se han quedado sin canales abiertos, lo que va a generar hasta manifestaciones, consideró Ibarra.

El operador del PRI, partido gobernante en Tamaulipas y en Reynosa, calcula que existen entre 40 y 50 colonias en el municipio que apenas cuentan con recursos para sus necesidades básicas, por lo que les será muy complicado encontrar una solución para restablecer el servicio televisivo.

El 94% de los casi 868 mil hogares en Tamaulipas contaban con un televisor en 2010, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), lo que posicionaba a la entidad en el lugar 15 nacional en este rubro.

“Aquí en Reynosa somos 1.2 millones de personas, y el Inegi dice que somos la mitad”, afirma el líder priísta.

Cifras de IFT y SCT

Javier Lizárraga, asesor en telecomunicaciones de la SCT, negó que se pueda realizar un cálculo sobre el número total de personas que se quedaron sin servicio, pues la legislación exige a la dependencia sólo preocuparse por los afiliados a programas de la Sedesol.

“Sería aventurado dar una cifra de los afectados”, afirmó el funcionario.

Reynosa contaba con 153 mil 086 casas habitadas en 2010; según datos del Inegi retomados por la Sedesol; mientras que 54% dependía de manera exclusiva de las señales analógicas para ver la TV abierta, según datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) calculados a través de encuestas divulgadas en abril del año pasado.

Por tanto, existía un universo de 82 mil 666 hogares en riesgo de quedar sin señal, si se toma como referencia el porcentaje ofrecido por el IFT.

La SCT repartió 31 mil 726 equipos en este municipio, por lo que cerca de 50 mil 940 pudieron quedarse sin el servicio. Pero los beneficiarios de Sedesol no están en el supuesto de no contar con un televisor digital o una suscripción de TV de paga, por lo que las estadísticas del IFT y la SCT no embonan del todo, y más personas pudieron perder la programación abierta.

“Nuestro tema es que la gente esté enterada, que sepa lo que debe hacer, porque es difícil determinar quién es esa persona que se quedó sin acceder a la televisión”, afirmó la titular de la Unidad de Medios y Contenidos Audiovisuales del IFT, María Lizárraga.

Subrayó que la nueva legislación en la materia exige sólo que se cubra al menos 90% de la población empadronada en la Sedesol para decretar el apagón analógico por zona; un cambio fundamental frente a lo sucedido en 2013 en Tijuana donde debía llegarse al 90% que dependía de las señales analógicas para ver la TV abierta.

“El mandato se cumple y se da, y entiendo que pueda haber una preocupación por el resto, pero la ley así no los determinó, lo van a tener que hacer por sus propios medios”, dijo Lizárraga.

La extinta Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) debió dar marcha atrás al primer apagón analógico en México, en Tijuana, luego que las manifestaciones, y la petición de las autoridades electorales, presionaran al ex regulador a aplazar el proceso.

Javier Lizárraga conminó a los habitantes de Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros a acudir a los centros de la SCT, con su notificación de que pueden recibir televisor, identificación oficial y un comprobante de domicilio, entre este jueves y el 23 de enero para pedir que se les regale un televisor, el cual se entregará desde el 27 de enero.