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Los cambios fiscales, los problemas de inseguridad pública y la competencia desleal provocaron el cierre de 30 mil ‘tienditas’ entre 2014 y los primeros días de este año, dio a conocer el presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera.

El experto reconoció que estas unidades de negocio se encuentran en una situación alarmante y que como consecuencia del menor número de misceláneas también se perdieron 56 mil fuentes de empleo.

Un obstáculo para los pequeños comerciantes, explicó el titular de Anpec, fue la entrada en vigor de las nuevas medidas tributarias, particularmente del IEPS en refrescos y bebidas envasadas.

Según datos del representante, la comercialización de estos productos representan 71% de las ventas del sector. Agregó que el sobrecosto de los mismos ha limitado su rentabilidad.

“Acá las cosas no pintan bien y se siente más fuerte el aguacero”, dijo en reunión con los medios, y reprochó que si el gobierno federal buscó llegar a los grandes evasores con los pequeños negocios, es la vía equivocada.

“Si el punto de fondo es encontrar a los grandes a través de los chicos, la cosa no es por ahí”, explicó.

El presidente de dicha alianza reconoció que el cambio de régimen fiscal del ya desaparecido Repecos por el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) no resultó nada benéfico.

Contrario a lo que pretendieron las autoridades con el nuevo esquema fiscal, dijo, lo único que se generó fue más informalidad.

Además, consideró que el RIF es poco atractivo y amigable para estos contribuyentes, por lo que es necesario revisarlo a fin de no afectar más a los pequeños comerciantes del país.

“Lo que va suceder es que la gente no va a ir al RIF y la informalidad se incrementará”, enfatizó.

De acuerdo con la Anpec, existen alrededor de 850 mil pequeños comerciantes en el país que no han logrado integrarse al RIF.

Ingobernabilidad, otro factor

Rivera destacó que otro problema que han sufrido los pequeños comercios es la inseguridad y la falta de gobernabilidad en ciertas regiones.

Reconoció que en Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Tamaulipas, estado de México, Nuevo León y Coahuila impera ese flagelo que frena el desarrollo de la actividad.

Tan sólo en Guerrero, añadió, entre 40 y 45% de los negocios que se han visto obligados a cerrar lo han hecho por motivos de inseguridad pública.

Añadió que en medio de un gran descontento social y la incapacidad del gobierno federal para dar una respuesta efectiva, algunos comerciantes han tenido que pagar derecho de piso para seguir con sus negocios.

“La única forma de que la economía y la seguridad mejoren es impulsando el empleo, el consumo, la estabilidad y la capacidad emprendedora”.

“Las reformas fiscales sólo han generado pérdidas económicas, incertidumbre y molestia, porque el final sólo se ha beneficiado al ambulantaje. El país no se puede dar el lujo de acabar con el símbolo emprendedor de los mexicanos, pues las nuevas políticas impositivas atentan contra la mejor forma de autoempleo”, concluyó.