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El caso de fraude de Oceanografía a Banamex debe servir como una llamada de atención para el sector bancario y para las autoridades para mejorar los controles de riesgo, y que se pueden llevar a cabo procedimientos mucho más eficientes en este sentido, aseguró el secretaría de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray.

Durante su participación en la 77 Convención Bancaria, el funcionario comentó que “este caso representa una llamada de atención y una oportunidad de para hacer las cosas mejor, y asegurarse que eventos como este no vuelvan a ocurrir”.

Señaló que para las instituciones bancarias, es un momento adecuado para mejorar los procedimientos internos, al mismo tiempo que deberá de fortalecerse la relación entre los reguladores y los bancos.

Asimismo, destacó que después de haberse conocido el fraude, el banco dio aviso oportuno a las autoridades en México, las cuales respondieron de igual forma, asegurando los bienes y las operaciones de Petróleos Mexicanos, además de proteger los empleos de los trabajadores y generando las condiciones necesarias por el cual los principales acreedores puedan recuperar sus inversiones y créditos.

Asimismo, el secretario destacó la reacción oportuna de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) en este caso, donde inició una revisión de procesos y controles internos dentro de Banamex, la cual aún está en proceso de ser dictaminada.

A su vez, Jaime González Aguadé, presidente de la CNBV, mencionó que del total de las observaciones que se han dado a los bancos en 2013, 56% está relacionado a procesos de control, 30% a controles de lavado de dinero y otro 13% por el suministro de información a las autoridades.

“El resto son conductas observadas no en función de la incidencia, sino de su incidencia y gravedad, que son las prácticas de ventas y planes de negocios”, agregó el presidente del organismo financiero.

Agregó que la Comisión continuará con las labores de supervisión basada en riesgos, así como dando un seguimiento puntual a los temas que llamarón la atención del organismo el año pasado.

“Una cultura de gestión de riesgo robusta debe apoyar consistentemente una conciencia del nivel que se está tomando en términos de comportamientos y juicios dentro de la institución, conforme a un marco de gobierno institucional”, dijo González Aguadé.