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La ineficaz forma en que se ha ejercido el gasto público en los últimos años, su etiquetación y la libre asignación de partidas, han dado paso a la corrupción, el clientelismo, la opacidad y casos como el moche, advirtió el director general de Integralia, Luis Carlos Ugalde.

Durante la presentación del estudio La negociación política del presupuesto, riesgos y recomendaciones, el ex consejero presidente del IFE lamentó el creciente gasto sin que éste haya dado resultados positivos a la economía y a la población.

Dijo que el clientelismo y la corrupción han sido problemas crecientes de la negociación del presupuesto.

“Cuando los legisladores tienen bolsas millonarias de libre asignación, cuando asumen la función de planeación se gesta un mercado de sobornos y ‘moches’, porque es claro que si un diputado tiene la posibilidad de asignar 20 millones al año para diferentes fondos habrá alcaldes y gobernadores que acudan a ofrecer la recompensa a cambio de recibir esos presupuestos”, mencionó.

El directivo advirtió que si no se mejora la calidad del gasto público la política social del país será ineficaz y no se lograrán cambiar las condiciones reales de la vida de los mexicanos.

“Dicho de otra manera, si no mejoras la calidad de los programas públicos y cómo se ejerce el gasto, no vas a tener la respuesta de justicia y acceso a la educación. Si tu gasto no mejora no vas a construir un país de oportunidades”, añadió.

Ugalde dijo que, desafortunada y afortunadamente, el país necesita otra reforma fiscal, pero enfatizó que ésta no debe ser del ingreso, sino de una revisión profunda del gasto.

“La mejor reforma fiscal es la del gasto, no la del ingreso. La obsesión por recaudar más sin explicar cómo vas a gastarlo ha sido un error conceptual y político”, aseguró.

Críticas

Por su parte, Enrique Yglesias, director general del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, también criticó el incremento del gasto público, ya que éste se ha concentrado en mayor parte en lo social y en una baja proporción para inversión.

Lamentó que hay áreas del gasto que resultan ineludibles a la hora de la negociación del presupuesto como la nómina del magisterio, pero que sí se revisara a fondo habría “tela de dónde cortar”.

A su vez, el director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, Héctor Villarreal, expuso que es necesario que los programas y proyectos que reciben recursos presupuestarios sean monitoreados, analizados y evaluados, de manera que aquellos que no funcionan dejen de absorber cifras importantes del gasto.

Comentó que esa función es necesaria porque el gasto público cada vez alcanza para menos y es necesario evitar que se sigan repartiendo recursos en proyectos que han dejado muy pobres resultados en los últimos años .

El estudio de Integralia presentó cuatro recomendaciones a fin de tener un gasto más eficiente y que tenga un mayor impacto a favor de la economía y la población del país.

En principio, sugirió eliminar cualquier forma de etiquetado de recursos en la negociación del presupuesto. Añadió que el Poder Legislativo debe garantizar que el gasto público alcance las metas del Plan Nacional de Desarrollo, mas no fungir como diseñador de programas ni ejecutor de proyectos.

En segundo lugar, recomendó que la negociación del presupuesto se base en la evaluación y eficacia de los programas públicos, al tiempo en que se reduzcan los montos de aquellos que no cumplan con las metas.

Como tercer encomienda, pidió condicionar las transferencias federales a las entidades a los resultados de las evaluaciones de la Auditoría Superior de la Federación y Coneval, para que quien no cumpla reciba menos recursos.

Por último, exhortó que se transparente el proceso de negociación del presupuesto, ya que en el portal de la Comisión de Presupuesto en la Cámara de Diputados se carece de información sobre las solicitudes de ampliación de recursos, las modificaciones acordadas y el trabajo de coordinación con otras comisiones.