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La agencia calificadora estadounidense Standard and Poor’s (S&P) confirmó la nota soberana de México en BBB+ y con perspectiva estable, un grado que mantiene desde el año pasado.

De esta manera, la firma junto con Fitch Ratings se mantienen en la misma posición y a un grado de la máxima categoría que otorgan estas calificadoras. Hasta el momento sólo Moody’s es la que decidió a principios de este año colocar a México en esa escala.

A pesar de que la calificación refleja un historia de políticas fiscales y monetarias cautelosas, que ayudan a mantener bajos niveles de déficit gubernamentales e inflación, así como moderados niveles de deuda fiscal y externa, la limitada flexibilidad fiscal y el bajo crecimiento del PIB persisten como debilidades que frenan la decisión de una mejor categoría.

Además, el gobierno debe atender retos en cuanto a temas como la violencia y movimientos sociales.

“Las acusaciones de corrupción y las persistentes preocupaciones en torno a la seguridad serán un desafío para las capacidades de liderazgo del presidente Peña Nieto pero no es probable que afecten de manera importante la implementación de la política económica”, advirtió.

“En nuestra opinión, la menor popularidad del gobierno derivada de esto podría afectar su capacidad para implementar su agenda de política económica, pero dado que la mayoría de las reformas importantes ya se aprobaron, no esperamos que su efecto se vuelva crítico”, destacó.

La agencia reconoció que las finanzas públicas siguen siendo dependientes de los ingresos petroleros, por lo que hacen al gobierno vulnerable ante la volatilidad de los precios del crudo.

Aunque reconoció que la compra de coberturas petroleras limitará el impacto de la baja de los precios del crudo sobre el Presupuesto de Egresos de 2015, advirtió que si estas cotizaciones a la baja se vuelven permanentes el gobierno tendrá que ajustar su inversión pública hacia 2015.

“La dependencia de los ingresos fiscales petroleros explica el hecho de que la política fiscal de México sea pro-cíclica, lo que constituye un impedimento importante desde la perspectiva de la calificación crediticia”, detalló en el análisis.

Además, la base recaudatoria por la vía de los impuestos es baja, pues apenas representa 10% del PIB, dijo la agencia calificadora.