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Los interesados en las nuevas cadenas de televisión dejaron ver dudas y preocupaciones acerca de temas como el uso de la infraestructura y la concesión, la poca flexibilidad para presentar las garantías de seriedad o las métricas que usará el regulador para calificar las posturas económicas y de cobertura.

Al final sólo quedaron tres grupos de los ocho que pidieron una opinión en materia de competencia, lo que también deja ver que el ambiente político pudo influir en el desistimiento de algunos grupos, consideraron expertos.

Uno de los interesados cuestionó al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) si existían otras maneras de presentar la garantía de 415 millones de pesos (mdp) que exigía el regulador, teniendo en cuenta que el método seleccionado podía costar cerca de 27 mdp por tener congelado ese dinero por casi ocho meses.

“La garantía permanecerá en poder del IFT en caso de que se califique en todas las etapas y se otorgue la concesión respectiva, hasta que se haya efectuado el pago de la prestación de la concesión que deberá realizarse después del 10 de julio aproximadamente. Con esas fechas la carta de crédito congelará recursos por 238 días o prácticamente ocho meses, lo que implica un costo real aproximadamente del $26,294,958.54”, expresó un interesado dentro de la sesión de respuestas que publicó el IFT en octubre.

El interesado cuestionó al instituto si existía una manera alternativa para presentar la garantía diferente a la carta stand by que se pidió, a lo cual el regulador contestó que no era posible.

“Algunos debieron pensar que el costo de oportunidad de 26 millones de pesos, en caso de no ganar la licitación, era una pérdida significativa”, opinó el analista del sector para Casa de Bolsa Monex, Fernando Bolaños.

El experto también cuestionó que no existiera una manera más abierta de conocer la metodología para evaluar la licitación y el tiempo que se tomará el IFT para abrir las posturas, que es de casi cuatro meses.

El regulador no respondió a las solicitudes de entrevista en este tema.

El IFT dio a conocer la semana pasada que tres grupos, Cadenas Tres, Estudios Tepeyac y Grupo Radio Centro, presentaron posturas económicas y de cobertura para llevarse una o dos de las cadenas que se adjudicarán en marzo del siguiente año.

Los interesados en la licitación también cuestionaron sobre la factibilidad de otorgar otros servicios a través del espectro como los de telecomunicaciones, teniendo en cuenta el nuevo modelo de concesión única, a lo que el IFT respondió que sólo iban a tener la posibilidad de transmitir TV abierta.

“La concesión de bandas de frecuencia para canales de transmisión a efecto de formar dos cadenas nacionales de hasta 123 canales de transmisión cada una es únicamente para la prestación del servicio de televisión radiodifundida digital”, respondió el regulador.

Además, los participantes en la licitación han encontrado un ambiente político poco favorable para algunos de los grupos que se llegaron a mencionar como interesados en participar en el concurso, lo que ha dejado apenas a tres en la recta final, consideró el presidente de la agencia especializada Mediatelecom, Jorge Negrete.

Otros dos grupos que habían mostrado interés en la licitación (Grupo Lauman, de Manuel Arroyo, y Grupo MAC, de Luis y Anuar Maccise) también se retiraron del camino, pero en esta ocasión por razones políticas. A ambos se les vinculaba directamente con el Ejecutivo federal. Y aunque ambos hicieron el intento por participar en el proceso, el clima político adverso terminó por excluirlos”, refirió Negrete en una opinión divulgada este lunes.

Los nuevos ganadores de las cadenas de televisión abierta intentarán quitarle una parte del negocio de la televisión abierta que ahora se dividen Televisa, con 70%, y TV Azteca, con 30%.