cartera@eluniversal.com.mx  

La falta de integración entre las tecnologías de la información (TI) y el resto del negocio tiene un costo alto para la rentabilidad y la competitividad de las compañías, señaló la consultora internacional KPMG.

La consultora internacional expuso que ello es debido a que ocasiona el fracaso o el incumplimiento de metas de muchos proyectos.

Refirió que 37% del presupuesto de las TI para 2014 no está en el área de sistemas, sino que será ejercido por otros departamentos, según una encuesta que realizó la consultora Avanade a mil 3 altos ejecutivos de 10 países.

En el estudio de KPMG Perspectivas de la alta dirección en México 2014, que involucró a 676 ejecutivos del país, se indica que 81% de los entrevistados aseguró que las TI ayudan en gran medida a reducir costos brindando información más transparente sobre el negocio.

El socio de Asesoría en Tecnologías de la Información de KPMG en México, Andrés Aldama, comentó que un problema colateral al de la atribución del presupuesto es la incertidumbre sobre el retorno de la inversión.

Refierió que proyectos tecnológicos ambiciosos resultan en pérdidas económicas debido a que no alcanzaron sus metas, o los objetivos no fueron evaluados y tampoco contribuyeron al crecimiento.

Consideró que lo que no da resultados, siempre es costoso; por ejemplo, los recursos destinados a mejorar la seguridad y la prevención de ilícitos.

En los últimos años, agregó, se invirtieron cuantiosos recursos para implementar controles, áreas restringidas y procesos a prueba de errores, pero han ido en aumento los fraudes por robo, pérdidas de información o ataques informáticos, aunque esto no quiere decir que la Alta Dirección no valore la importancia de las TI.

Para el especialista, este panorama revela la urgencia de alinear los esfuerzos tecnológicos con los objetivos del negocio, redefinir la forma de ejercer el presupuesto y revisar las prioridades del departamento de sistemas.

Alcanzar la alineación de objetivos no es tarea sencilla, y lo primero es contar con una evaluación del nivel de madurez de las TI —servicios, procesos y controles—, identificar el estado del área y definir planes a corto, mediano y largo plazos, que impulsen la mejora en las operaciones, expuso.