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El comercio y el turismo se encuentran entre las actividades económicas más importantes de Guerrero, pero recientemente se han visto seriamente afectadas por la creciente percepción de inseguridad que existe para la región.

El problema se agrava si se considera que se trata de la segunda entidad más pobre del país, con 69.7% de su población en esa condición, y su Producto Interno Bruto (PIB) per cápita es de apenas 4 mil 888 dólares por persona, cifra similar a la de países como Paraguay, Belice o Irán.

“El alto grado de pobreza y marginalidad que se mantiene en el estado se agudiza aún más con la inseguridad, y corre el riesgo de que aumenten aún más estos niveles”, Haydeé Elena Moreyra, catedrática del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey.

“La entidad depende mucho de las remesas, los recursos que llegan por turismo y comercio, pero como la situación de violencia e inseguridad se ha agudizado en los últimos meses, y con la incertidumbre política, es probable un impacto en la región que, si bien no será permanente, sí lo será suficiente para ver afectados el empleo, las ventas y el turismo y hasta los niveles de inversión”, indicó la especialista.

Durante el año pasado la tasa de delitos en la entidad aumentó 7.3% para llegar a 35 mil 366 casos por cada 100 mil habitantes adultos, ubicándose en séptimo lugar a nivel estatal, de acuerdo con los resultados de la encuesta nacional de victimización y percepción sobre seguridad pública (2014) que elabora el Inegi.

Entre los delitos más frecuentes destaca la extorsión, así como el robo o asalto en la calle o en el transporte público. El número de extorsiones en 2013 ascendió a 12 mil 209 por cada 100 mil habitantes, la tercera tasa más alta entre todas las entidades. Lo anterior provocó que 78.9% de la población guerrerense de 18 años o más considere que vivir en su entidad es inseguro, dicha tasa es superior al 73.3% de la media nacional.

La percepción de inseguridad en la entidad tiende a afectar al turismo, una de sus principales actividades económicas. Por ejemplo, la llegada de turistas nacionales al puerto de Acapulco en los primeros nueve meses del año creció apenas 0.9% respecto al mismo periodo del año anterior, en tanto que el arribo de los internacionales se redujo 9.2%, de acuerdo con los resultados de la actividad hotelera que recaba la Secretaria de Turismo.

Otro lastre importante para la entidad es el bajo nivel de ingreso de la población. De acuerdo con datos del Coneval, hay en Guerrero 2.4 millones de personas en condición de pobreza y en los últimos dos años los habitantes en esta condición aumentaron en 112.9 mil personas, para ser la quinta entidad del país en donde más creció la pobreza.

Dicha entidad es la décimo segunda más poblada del país, con 3.5 millones de habitantes, de los cuales 1.48 millones corresponden a la Población Económicamente Activa. La tasa de desempleo hasta el cierre de septiembre pasado era de 2.1% con 31 mil 556 desocupados, tasa inferior al 5.2% registrado a nivel nacional.

Cabe destacar que 80.8% de su población ocupada se encuentra laborando en la economía informal, la tasa más alta a nivel nacional. Lo anterior ha traído como consecuencia un alto nivel de precarización del empleo en la entidad, donde más del 53% de los trabajadores ganan hasta tres salarios mínimos, y el 21% de plano no percibe ingresos.

Moreyra también advierte que, si bien lo que sucede en Guerrero no es el reflejo de todo el país, puede afectar en un momento dado a la economía nacional.

“Se corre el riesgo de que inversión extranjera se detenga en la entidad ante la situación afectando al país, ya que este tipo de recursos generan empleos directos e indirectos, además de mayores ingresos que es lo que necesita el estado que no cuenta con condiciones laborales estables ni con buenos ingresos debido a la alta informalidad, los problemas de pobreza, marginación, pobreza y falta de empleo no se van a resolver de la noche a la mañana, pero urge reestablecer el estado de derecho para garantizar una mínima seguridad a la población, turistas y empresarios”, comentó.

Debido a la gran pobreza que vive esta entidad existe una elevada tasa de migración en busca de mejores ingresos, tanto a otros estados del país, como hacia el extranjero, principalmente hacia Estados Unidos. En los primeros nueve meses del año la entidad recibió 917 millones de dólares por concepto de remesas provenientes del exterior (5.7% del total), con lo que se ubica en la séptima entidad receptora de estos recursos a nivel nacional.

Las últimas cifras disponibles por el Inegi, señalan que el PIB en Guerrero es de 218 mil 105 millones de pesos en 2012, por lo que sólo contribuye con el 1.44% del valor de la economía del país.

Los servicios (entre ellos comercio y turismo) son la actividad que mayor valor genera al estado con el 73.2% del total de la economía.

En los últimos 5 años el crecimiento económico promedio en la entidad fue de apenas 1.29%.

La especialista del ITESM exhortó a las empresas del estado a apoyar a la economía local no elevando precios en este cierre de año.