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CIUDAD DE PANAMA.— Con la firma del Tratado de Libre Comercio entre México y Panamá se abre la oportunidad para que los mexicanos exporten un mayor número de manufacturas y obtengan mayores beneficios en este mercado centroamericano; mientras que los panameños ven mayores posibilidades para atraer inversiones mexicanas y para convertirse en la plataforma de México para llevar productos a Sudamérica.

En este acuerdo —que es el número 11 de la lista de tratados comerciales que tiene México— se excluyeron productos sensibles como la piña, el plátano, productos del mar, entre ellos camarón y atún, además de otros a petición de productores mexicanos. Los panameños pidieron reservar lácteos, cárnicos, productos de aseo personal, quesos frescos y otros más.

A los exportadores mexicanos les beneficiará este convenio comercial porque se espera que en los próximos cinco años crezcan más de 12% anuales los envíos de mercancía nacional a Panamá, explicó el subsecretario de Comercio Exterior, Francisco de Rosenzweig.

El presidente Enrique Peña destacó la celeridad con la que se concretaron las negociaciones del acuerdo de libre comercio entre México y Panamá. Dijo que este instrumento habrá de beneficiar a ambas naciones al promover y facilitar el intercambio comercial.

“Cuando hay voluntad, disposición y ganas de que las cosas se hagan y se realicen, es posible llevarlas a cabo. Y esto es lo que se acredita realmente en la firma de este Acuerdo de Libre Comercio entre Panamá y México”, indicó.

Tras destacar el crecimiento sostenido de Panamá, a una tasa de 10% en los últimos siete años, el mandatario mexicano afirmó que hoy América Latina es muy distinta la que fue conocida en el mundo por las crisis económicas recurrentes y la inestabilidad política.

En breve entrevista, el presidente de dicha nación, Ricardo Martinelli, afirmó que la ventaja es más “por el lado de las inversiones. Panamá no es un país agrícola comercial, es más de servicios y estoy seguro del potencial que tenemos para atraer inversiones y ayudar a que las empresas mexicanas se establezcan, gracias a la conectividad que hay”.

Si las empresas mexicanas quisieran venir a Panamá recibirán beneficios como incentivos fiscales, exenciones en la zona libre de Colón, entre otras ventajas, dijo Martinelli.

“Habrá muchos bienes mexicanos que llegarán a Panamá, porque no (somos) un país manufacturero, pero que sí capta mucha inversión por la plataforma geográfica que le permitirá reexportar a Sudamérica y a otros países”, añadió el ministro de Comercio e Industrias panameño, Ricardo Quiroz.

El comercio entre México y Panamá ascendió en 2013 a mil 64 millones de dólares, apenas 0.14% del comercio total del mercado nacional. En donde 34 millones son importaciones de bienes panameños y el resto exportaciones mexicanas al país centroamericano.

Al tratado se le incluyeron dos importantes mecanismos, dijo el ministro: uno es que se va a respetar el certificado de origen y se van a reconocer otros tratados de libre comercio; por ejemplo, un bien que viene de un país con el que los dos países tengan libre comercio podrá llegar a Panamá y ser reexportado a México.

El otro punto, añadió el titular de la Cámara de Comercio de Panamá, José Luis Ford, es que se cuidará que no haya triangulación; un bien conservará las ventajas arancelarias cuando la materia prima entre a territorio panameño para procesarlo y luego exportarse.