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La corrupción, los impuestos, la burocracia y el crimen son los principales obstáculos para hacer negocios en el país, afirmaron directivos de finanzas y especialistas en economía del sector privado consultados por el Banco de México (Banxico).

De acuerdo con una encuesta sobre la competencia económica en los mercados nacionales, que recabó el instituto, de los 480 directivos de finanzas que respondieron a la entrevista 24% de ellos consideraron que la corrupción es el mayor factor que detiene a los empresarios a realizar negocios en México.

En la misma encuesta, participaron 30 especialistas en economía del sector privado, quienes también opinaron que la corrupción es el gran lastre para la realización de transacciones en el mercado, luego de que se contabilizaron 31% de las contestaciones en ese sentido.

En junio pasado, la consultora EY reveló que para los directivos empresariales mexicanos es común la práctica de soborno y corrupción para ganar contratos, lo que ha llevado al país a ser el “campeón” en este tipo de fenómenos negativos.

A pesar de que la reforma hacendaria robusteció la capacidad financiera del gobierno federal, la opinión de los directivos de finanzas contrasta con el optimismo de la Secretaría de Hacienda, pues a decir de los hombres de negocios, este también es un aspecto que obstaculiza los negocios en el país.

Según la encuesta del Banxico, 22% de los directivos de finanzas respondieron que la carga fiscal es un aspecto adicional para no llevar a cabo negocios.

Sin embargo, para los especialistas en economía del sector privado, el tema de impuestos mereció solo 6% de los señalamientos, ya que para ellos hay otro tipo de factores que inciden negativamente sobre la realización de los negocios.

El más reciente informe del Doing Business del Banco Mundial, evidenció que la carga fiscal es uno de los obstáculos más importantes en México para realizar negocios.

Si bien el país ocupó el lugar 53 como destino para realizar negocios, en el indicador relativo al pago de impuestos se situó en la posición 118 de 189 países que son evaluados por el organismo internacional.

Este año entraron en vigor nuevas medidas tributarias que incluyeron nuevos impuestos, nuevas tasas y acotaciones en privilegios fiscales que tenían contribuyentes personas físicas y morales.

La burocracia también fue señalada entre los lastres para hacer negocios, ya que tanto directivos de finanzas como los especialistas en economías del sector privado le dieron 18% de las respuestas a este factor como obstáculo para hacer negocios.

El crimen fue otro tema que no dejaron de señalar los consultados como causa que inhibe los negocios. En el caso de los directivos de finanzas, este aspecto mereció 13% de las respuestas, mientras que para los especialistas 9%.

Falta de competencia, otro lastre

Para los entrevistados, el monopolio de algunas empresas o la falta de competencia en sectores clave como el energético y las telecomunicaciones han generado consecuencias para la economía como precios altos, falta de opciones, baja calidad de bienes y servicios, al tiempo en que han frenado el crecimiento del Producto Interno Bruto.

Más de la mitad de los especialistas en economía del sector privado, de los directivos de finanzas, así como directivos empresariales señalaron que el sector con el más bajo nivel de competencia en México es el energético, mientras una cuarta parte de ellos ubicaron en segundo lugar a telecomunicaciones.

“Los directivos empresariales entrevistados señalan que la principal consecuencia de la falta de competencia es el precio elevado de los bienes y servicios provistos”, destacó la encuesta.

Para 55% de los entrevistados, la principal consecuencia de la falta de competencia son precios muy altos, seguido por la falta de opciones, con 19% de las respuestas, y baja calidad de bienes y servicios, con 16%.

Respecto a la efectividad de la política antimonopolios para promover la competitividad, la opinión de las fuentes consultadas aseguró que aún es muy baja.

Para los especialistas la efectividad de la política en competencia tuvo una calificación de 2.9; los directivos de finanzas le otorgaron 3.3, mientras que los directivos empresariales le dieron 2.8.

En el cuestionario, la calificación 1 implica que la política antimonopolios no promueve la competencia, mientras que la más alta nota era 7, la cual indicaba que promueve efectivamente la competencia.