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El salario mínimo no cubre las necesidades básicas de una familia como se establece en la Constitución, por lo que una parte de ella se viola, aseguró la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.

“Hay un porcentaje alto de mexicanos que no tienen acceso a un salario mínimo digno que para nosotros es aquel que cubre las necesidades básicas de la familia”, citó.

Luego de presentar el Tercer informe sobre Pactos para la desigualdad en Ciudad Universitaria, la representante del organismo, dijo que por eso la importancia de que se dé el debate sobre el ajuste al salario mínimo en México, ya que es el único país de América Latina (AL) donde no ha crecido, sino por el contrario, perdió su capacidad de compra.

“La Cepal no está diciendo que el salario mínimo debe aumentar mañana, pero sí que es una cosa que se debe analizar porque es el único país de AL donde el salario mínimo no ha aumentado sino gradualmente ha ido en sentido contrario”, abundó.

Insistió en que por ello es fundamental ponerle “foto al empleo” bien remunerado, con seguridad social y derechos, porque esa es la llave maestra contra la desigualdad.

Actualmente, el salario mínimo en México se ubica en 67.29 pesos, equivalente a poco menos de 2 mil 020 pesos mensuales, mientras que una canasta alimentaria urbana se cotiza en mil 232 pesos.

Mencionó que también es necesario que el país alcance una serie de pactos para alcanzar la igualdad y no sólo quedarse en reformas rápidas y oscuras sin consulta.

“Se requiere de una dialéctica virtuosa entre el cambio constitucional y el cambio de las estructuras. No se trata de pasar reformas rápidas overnight , pues aunque se tarden éstas deben ser consultadas”, dijo.

En el evento, donde estuvo acompañada por el rector de la UNAM, José Narro, la secretaria ejecutiva, dijo que aunque en América Latina han disminuido los niveles de pobreza, la desigualdad resiste al grado de ser la región donde la polarización es la más alta en el mundo.

Estas diferencias, explicó Alicia Bárcena, son necesarias combatirlas a través de políticas contra la desigualdad, ya que la crisis económica mundial no ha pasado y las vulnerabilidades, fragilidades y complejidades persisten.

Admitió que América Latina desperdició la etapa de bonanza económica que se registró en los últimos años, por lo que hoy es necesario aplicar políticas laborales, de gobernanza de los recursos naturales, contra la desigualdad, principalmente.

La representante del organismo internacional dijo que también se tiene que buscar una nueva concepción sobre la forma de hacer política social, pues la base de transferencias ya no es suficiente para acotar los problemas de pobreza y desigualdad que aún persisten.

Por último, Alicia Bárcena consideró fundamental para los países de América Latina encaminar sus esfuerzos hacia una política industrial profunda que cierre brechas, así como una mayor integración de política monetaria, fiscal, financiera y social para continuar con el abatimiento de la pobreza.