Las negociaciones entre Argentina y los tenedores de su deuda no reestructurada, llamados "fondos buitres" , iniciarán este lunes en Nueva York entre incertidumbre tanto por su resultado como por su efecto en la economía del país sudamericano.

Las negociaciones tienen como objetivo resolver la disputa por una deuda de casi mil 500 millones de dólares, cuyos acreedores son fondos que se negaron a aceptar los bonos de la deuda reestructurada por el gobierno argentino tras la suspensión de pagos de ese país en 2001.

El gobierno argentino ha reiterado su negativa a pagar a tales fondos, a los que despectivamente ha calificado como "buitres" , por el daño que causaría a su economía y porque sentaría un mal precedente para otros gobiernos que buscan renegociar deudas con sus acreedores.

Pero la decisión del juez de distrito de Nueva York, Thomas Griesa, respaldada por un fallo emitido en junio por la Suprema Corte, de que Argentina debe saldar su deuda, reestructurada o no, ha obligado a este gobierno a buscar una salida negociada para evitar una nueva suspensión de pagos.

Aún el jueves pasado, el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, aseguró en la Organización de Estados Americanos (OEA) que la decisión de la corte de Nueva York, influida por un minoritario grupo de intereses privados, sentaba un precedente "injusto y peligroso" .

Pidió por ello el apoyo político de los países de la región, muchos de los cuales lo han respaldado enviando recursos legales a las cortes estadunidenses, para disputar la reciente decisión judicial.

Legalmente, sin embargo, es poco lo que el gobierno de Argentina puede hacer, más allá de lograr una negociación relativamente favorable tras las reuniones con el abogado Daniel Pollack, designado por el juez Griesa como mediador entre las partes.

Buenos Aires tiene hasta finales de julio para llegar a un arreglo y comenzar el pago a sus acreedores.

De otra manera, el gobierno argentino entrará a una nueva suspensión de pagos, lo que tendría un impacto enorme en una economía en recesión y con una de las mayores inflaciones en el mundo.

Por otro lado, el posible acuerdo entre Argentina y los tenedores de bonos no reestructurados, encabezados por los fondos Aurelius Capital y Elliott Management, del multimillonario estadunidense Paul Singer, permitiría al país sudamericano reingresar al mercado crediticio internacional.

Un acuerdo entre Argentina y los "fondos buitres" parece probable, aunque resulta incierta la naturaleza del arreglo y la manera en que serán negociados los pagos. La suspensión de pagos, asimismo, aún es una posibilidad.

Este lunes en Nueva York comenzarán a despejarse algunas incógnitas de una batalla legal que ha durado más de una década y que sentará precedentes no sólo legales, sino para el sistema financiero internacional y para los gobiernos soberanos.

tcm