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Los trabajos en el país con bajas remuneraciones fueron los que más aumentaron durante el segundo trimestre del año según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del instituto, reveló que en para el periodo abri-junio los empleos que pagan entre uno y hasta dos salarios mínimos registraron un crecimiento anual de 6.4%.

Con lo que prácticamente un cuarto de la población ocupada en México se hallaron en actividades por las cuales les generaron ingresos a sus bolsillos de entre mil 943 pesos y hasta 3 mil 886 pesos.

El Inegi informó que al segundo trimestre del año se contabilizaron 12.2 millones de personas con ese rango salarial, lo que significó un aumento de 732 mil 854 personas respecto a las que estaban en ese segmento el año anterior.

De esa forma, ese rango remunerativo fue el de mayor crecimiento, lo cual contrasta con los datos de los empleos que pagaron entre dos y tres salarios mínimos, y de aquellos de más de cinco salarios mínimos, que recortaron las nóminas de personal empleado con esos ingresos.

Según la encuesta del Inegi, en los empleos de dos a tres salarios mínimos (aquellos que van de 3 mil 886 pesos a 5 mil 828 pesos mensuales) se encontraron 9.9 millones de personas al segundo trimestre de 2013, una cifra inferior si se compara con los 10.7 millones que estaban en ese rango el año pasado.

Por su parte, los que ganaban más de cinco salarios mínimos (9 mil 714 pesos al mes o más) solo registraron a 3.7 millones de trabajadores, 177 mil 247 menos que en 2012, cuando entonces eran poco más de 3.8 millones en esa condición.

El investigador de la Universidad Anáhuac, Carlos Canfield, dijo que la precarización del empleo en México se gestó desde hace dos sexenios y que en el presente continúan los malos datos debido a la continuación de las mismas políticas.

Explicó que aunque a partir de este año se implementó la reforma laboral, con la finalidad de generar más empleos formales, no ha hecho nada al respecto para evitar la precariedad de los salarios y de cubrir las prestaciones mínimas de los empleados.

“Los recientes reportes financieros de empresas muestran que varias obtuvieron ganancias extraordinarias a costa del factor trabajo. Hay negocios enriqueciéndose con grandes flujos de efectivo por trabajadores mal pagados”, dijo.

Banxico redujo la semana pasada su pronóstico de crecimiento económico para 2013 y con ello también realizó un ajuste en la generación de empleos, que solo se espera sea de entre 450 mil y hasta 550 mil plazas nuevas formales.

Al cuestionársele al gobernador del banco central, Agustín Carstens, sobre el poco impacto de la reforma laboral en las cifras del empleo, éste respondió que sin este cambio estructural las cifras aún serían más bajas.

“Hoy lo que afecta el empleo es el ciclo económico y no las regulaciones de la reforma laboral, pero pensamos que en el mediano y largo plazos si va tener un impacto importante en la generación de trabajos”, dijo.

La precarización del empleo junto con las elevadas tasas de desocupación son las principales expresiones de la crisis del mercado laboral.

Baja informalidad, sube desempleo

Mientras que el empleo informal disminuyó en el segundo trimestre de 2013, en relación con el mismo periodo del año pasado, la tasa de desempleo aumentó en el mismo lapso, informó el Inegi.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo al periodo abril-junio detalló que la población desocupada alcanzó una tasa de 5% como proporción de la población económicamente activa, superior al 4.8% que reportó en el segundo trimestre de el año pasado.

Los datos revelan que entre abril y junio de 2013 más de 2 millones 607 mil personas no encontraron alguna oportunidad para incorporarse al mercado laboral, es decir, 122 mil 444 personas más que las desocupadas un año antes.

En cuanto a las cifras del empleo en la economía informal, el Inegi destacó que en el segundo trimestre de 2013, todas las modalidades de este tipo de actividades laborales representaron el 59.1% de la población ocupada, lo cual fue ligeramente inferior al 59.9% que se registró un año antes.