El año pasado la industria de los videojuegos en México tuvo buenos resultados ya que su valor fue de 15 mil 290 millones de pesos. Números como estos demuestran que el mercado nacional ha aumentado cada año y en este se esperan números mayores con la llegada de la nueva generación de consolas de videojuegos diseñadas por Sony y Microsoft.

Al probar PlayStation 4 y Xbox One se puede comprobar de forma inmediata los cambios respecto a sus antecesoras.

La consola de Sony fue rediseñada y ahora, además de ser más potente y ofrecer gráficos fluidos y sin trabas, tiene un tamaño más reducido y estilizado.

En Xbox One el mando inalámbrico fue modificado para que se adapte mejor a las manos del usuario y tiene un panel de baterías integrado.

El control de Sony integra un touchpad (panel táctil) que reemplaza los tradicionales botones en forma de rectángulo y de triángulo que eran Select y Start y se le añadieron los botones de Share (compartir), para así poder utilizarlo como interfase de enlace con plataformas sociales. Options permite ver aspectos específicos de juegos.

Ambas tienen un sensor que reconoce movimientos corporales, pero las funciones de cada uno difieren mucho entre si. Kinect de Xbox One funciona bien como un enlace entre los gamers y el juego, ya que en varios títulos se pueden dar órdenes a los personajes utilizando la voz o con movimientos corporales del usuario golpear enemigos dentro de la pantalla (inclusive presume leer hasta el ritmo cardiaco).

En este aspecto el sensor PlayStation 4 Eye es más limitado, su uso es casi nulo en los juegos con los que salió a la venta la consola. Se vende por separado del paquete inicial.

En cuanto a los videojuegos exclusivos, Xbox One es la que tiene mayores opciones porque al momento de su lanzamiento (a finales de noviembre de este año), también se presentó una amplia variedad de títulos nuevos que buscan hacer un parteaguas en sus géneros.

Con el equipo de Sony se tienen juegos muy entretenidos aunque más tradicionales, algo se espera vaya cambiando con la segunda oleada de sus títulos.