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Para atender las necesidades y compromisos como la seguridad social o la infraestructura de salud del país, es necesaria una reforma fiscal que dote de 6.5 puntos porcentuales más del PIB a la recaudación tributaria, estimó el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

En conferencia de prensa, donde presentaron el estudio El México de 2013, el director ejecutivo del CEEY, Enrique Cárdenas, explicó que actualmente hay 30 millones de mexicanos (casi 25% de la población) que carecen de servicios de seguridad social, de prestaciones y pensiones, por lo que es necesario dotar de recursos al erario para atender a este segmento de la población.

Por ello, propusieron una serie de cambios estructurales en materia tributaria como la homologación del IVA en alimentos y medicinas (con una canasta básica exenta), en la franja fronteriza.

Los cambios que se logren por este impuesto al consumo pueden añadirle entre 2.5 puntos y hasta 2.9 puntos porcentuales más a la recaudación tributaria.

Este año el Gobierno federal calcula que dejará de recaudar por las tasas reducidas en el IVA 205 mil 175 millones de pesos, y para 2014 se estima que la renuncia de recursos es de 220 mil 850 millones.

El estudio, en el que participaron unos 75 especialistas de distintas organizaciones y academias, también propuso cambios en el ISR, como la eliminación de algunos regímenes especiales, así como modificaciones para procurar una eficaz labora para formalizar a los informales.

De acuerdo con las estimaciones del CEEY, los cambios que se generen en torno al ISR abonarían entre 1.2 puntos y hasta 1.5 puntos porcentuales adicionales a la captación de impuestos.

Este año, el gobierno calcula que por las distintas deducciones, exenciones, tasas reducidas, regímenes especiales, diferimientos y facilidades administrativas en el ISR se dejarán de obtener casi 281 mil millones de pesos.

Especialistas participantes en las propuestas plantearon también la eliminación en el subsidio a los combustibles, acción que también dotará de 1.5 puntos porcentuales más a la colección de los ingresos del sector público.

Además de que consideran este subsidio como regresivo, pues los beneficios de éste cae en mayor medida en las personas de más altos ingresos en el país, el gobierno deja de obtener una cantidad de recursos importantes.

El año pasado, al gobierno le costó más de 220 mil millones de pesos el subsidio en la gasolina, mientras que para este se estima que esa cantidad será de 91 mil 206 millones.

Adicional a los cambios en materia tributaria, el Centro expuso que es vital incorporar a los esfuerzos de mejor recaudación a los estados y municipios para que sean los gobiernos subnacionales los que también obtengan más recursos propios y dejar de depender de las transferencias que le eroga la Federación.