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En 2008, México perdió la oportunidad de comprar una o más refinerías en Estados Unidos a precios de 300 millones de dólares, 400% menos de lo que hoy cuestan, aseguró Jaime Brito, Vicepresidente de Desarrollo de Estrategias de Negocios de América Latina de la firma consultora Argus, con sede en Houston, Texas.

El ejecutivo indicó que el escenario de la refinación en el mercado norteamericano está cambiando radicalmente, porque se está convirtiendo en un negocio bastante redituable, ya que por cada barril de petróleo que refinan obtienen 1.30 veces su valor, por lo que difícilmente alguien vendería una refinería, “y si lo hacen te la venden entre mil y mil 500 millones de dólares”.

Aún así, para México “tener un complejo refinador en Estados Unidos es lo más rápido y lo más conveniente”, añadió.

“No vale la pena esperar tres, cuatro o cinco años para construir una refinería con las ventajas que se están dando en ese mercado con el empleo del gas y crudo shale, que aumenta hasta 30% los márgenes de refinación”.

Al respecto, George Backer, consultor de la firma Mexico Energy Intelligence, también con sede en Houston, Texas, dijo que México “no sólo tiene la opción de comprar una refinería, puede exportar crudo para maquila como lo hace con la angloholandesa Shell; podría también comprar productos refinados en el mercado abierto o adquirir entre 40 y 50% de las acciones de alguna refinería y dejar que la empresa propietaria siga siendo la operadora”.

El directivo de Argus explicó que a diferencia de la estrategia de construir una refinería como la de Tula, Hidalgo, cuyo costo asciende a 10 mil millones de dólares, “lo más seguro es que hoy convenga comprar una en el exterior”.

“Los números toman sentido cuando sabes que te puedes ahorrar 100 mil millones de dólares en importaciones de gasolinas en cinco años y desembolsar mil o mil 500 millones de dólares para comprar una o dos refinerías en Estados Unidos”, dijo Jaime Brito.

Pero, ¿si hay posibilidad de encontrar alguna refinería en venta en Estados Unidos?

“Sí, a pesar de que son buen negocio hoy en día, hay empresas que no están integradas o no operan pozos petroleros ni están en shale gas. Este tipo de complejos se podrían vender y están en la Costa Oeste de Estados Unidos”.

Sobre el alto costo de la refinería de Tula, Backer aseguró que desde su anunció, el 18 de marzo de 2008, no tuvo sentido, porque en ese momento una refinería costaba 3 mil o 4 mil millones de dólares.

“Mucha gente piensa que (la refinería) es un proyecto faraónico que tiene un valor más simbólico que comercial”.