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El impuesto a las operaciones bursátiles recientemente aprobado por el Congreso tendrá un impacto directo en el patrimonio de los inversionistas, sobre todo para personas físicas, al reducir sus beneficios y restar su interés por adquirir acciones en el mercado mexicano, coincidieron analistas.

El cobrar un impuesto de 10% a las ganancias de capital que obtienen las personas físicas resultará desmotivante para la gente que quiere invertir en bolsa, porque además de existir un alto riesgo, tendrán que pagar un impuesto por los rendimientos que les otorguen las acciones de empresas mexicanas que compren.

El director de análisis bursátil de Metanalisis, Gerardo Copca, afirmó que gravar a las ganancias en capital de los inversionistas es “desmotivante”, porque aparte del impuesto de 10% a los ingresos de las personas físicas por enajenación de acciones en bolsa y un impuesto adicional a los dividendos que distribuyan personas morales, tendrán que asumir un alto riesgo por la inversión en bolsa.

“El mercado mexicano ya ha sido afectado por la aprobación de este impuesto al reportar un menor volumen de operación, además de mostrarse muy apático, aunque no necesariamente tendrá que registrar fuertes caídas para desaprobar ese gravamen”, señaló.

Hasta ahora, dijo, el mercado de valores en México era una buena opción para los inversionistas por sus altos rendimientos, pero con este nuevo impuesto su atractivo será menor.

Enrique Ramírez Figueroa, ex presidente de del Comité Técnico Nacional de Estudios Fiscales del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), cuestionó la rentabilidad que ofrecerá la BMV con este gravamen de 10% adicional que tendrán que pagar los inversionistas.

“Al inversionista le afectará porque le quitarán un 10% de sus ganancias, ahora crees que con ese 10% menos va a seguir invirtiendo en el mercado, esa es la gran pregunta”, destacó.

En relación a la homologación de los fondos de inversión de capital referida en acciones y a índices liquidados en efectivo, el experto dijo que es para un mejor funcionamiento del mercado de valores, porque ya se decidió como país gravar las ganancias en bolsa, ahora se tienen que cobrar impuestos en paralelo.

Con esa finalidad, explicó, se busca poner impuestos a las operaciones en ADR´s y derivados, para “empatar” al mercado mexicano, es decir, si se tienen que gravar a las operaciones de la bolsa, también hay que gravar a esos instrumentos.