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La economía mexicana creció a una tasa anual de 1% durante el primer semestre de 2013, lo que significó su peor desempeño para un periodo similar desde 2009, reveló el Inegi.

De acuerdo con el reporte del PIB, el resultado de la primera mitad del año se derivó del marginal crecimiento de 0.6% entre enero y marzo, y de 1.5% entre abril y junio.

El resultado decepcionó al consenso de analistas de mercado, pues para el segundo trimestre de 2013 estimaban una expansión de entre 2.2% y 2.3%, al igual que la del gobierno, que era de 2.5%.

El bajo desempeño que mostró la economía nacional en el primer semestre del año se derivó en gran medida por el desempeño negativo que tuvieron las actividades secundarias, las cuales se contrajeron 1.1% en los primeros seis meses de 2013.

Las actividades primarias, donde se integra lo relacionado con la agricultura y la pesca, las estadísticas mostraron un crecimiento marginal de 0.4% en el primer semestre de este año.

Finalmente, las actividades terciarias, donde se contabilizan todos los datos del sector servicios, tuvo un crecimiento de apenas 2.3% en el periodo de referencia.

El economista en jefe para México de Bank of America Merrill Lynch, reconoció que el dato que presentó el Inegi confirma que la economía nacional sigue en un fuerte y profundo bache.

El investigador del Tecnológico de Monterrey, José Luis de la Cruz, dijo que derivado del bajo desempeño en la primera mitad de 2013 es natural que haya presiones sobre el mercado laboral, el aumento en la tasa de desempleo y en la precarización del empleo.

Iván Martínez de BBVA Bacomer, dijo que para la segunda mitad del año se espera una mayor aceleración del crecimiento, aunque se mantiene la incertidumbre sobre la magnitud debido a la escasez de indicadores en el tercer trimestre del año.

2009 ya no es el peor

El Inegi informó que cambió el año base de las cuentas nacionales con las que mide sus estadísticas. Antes usaba como referencia en año 2003, pero a partir de este martes la nueva base es 2008.

El presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Eduardo Sojo, reconoció que este ajuste no significa un gran movimiento en las estadísticas históricas.