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La reforma energética es la mejor oportunidad que tiene México para transformar su economía y elevar su potencial de crecimiento, y ya dependerá de lo que se apruebe para evaluar una modificación en la nota crediticia, afirmó la calificadora Moody’s.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el director general de Moody’s en México, Alberto Jones, dijo que la expansión promedio del producto interno bruto (PIB) del país ha rondado entre 2% y 3% en los últimos años, pero una modificación en materia energética podría mover esa perspectiva a rangos de entre 3% y hasta 4%.

El experto comentó que será necesario esperar a ver lo que se aprueba en el Congreso, pero adelantó que lo más importante será la ejecución e implementación de esta reforma, sobre todo por la certeza jurídica que transmitirá a los inversionistas interesados en apostar su capital en ese sector.

Actualmente México tiene una calificación Baa1 con perspectiva estable, y la posibilidad de una mejora en ese grado dependerá de cómo impacte en el crecimiento la reforma energética o incluso el conjunto de los demás cambios estructurales que ya se han aprobado.

“Si vemos que las reformas estructurales han dado lugar a una verdadera transformación del crecimiento económico potencial y sostenible en el país, entonces se van a generar presiones al alza, no hay duda”, dijo.

¿Es posible que haya una buena noticia de Moody’s al cierre del año, un upgrade?

Nosotros cuando damos las noticias es porque en ese momento se tomó la decisión. Las decisiones no se van preparando. Estábamos atentos para ver qué pasaba con la reforma fiscal, ésta ya se dio, ahora vamos a ver cómo viene la energética, pero falta un mes para que se acabe el año, y esto podría presionar positivamente el riesgo de crédito de México.

La reforma hacendaria que ya se aprobó, ¿les convenció?

La así llamada reforma fiscal resultó modesta, contribuye alrededor de 1% del Producto Interno Bruto, pero nosotros no esperábamos más que eso; es posible que el país requiera más, pero nosotros francamente no esperábamos más de lo que se aprobó.

Lo importante de esta reforma es el contenido en materia de balance estructural, que va a permitir estimular la economía en periodos de lento crecimiento y ahorrar en un momento de auge y eso es un factor positivo para el crédito del país.

¿Pero esta reforma parece que no le hizo ‘cosquillas’ a la calificación?

No, realmente está en línea con lo que esperábamos. Lo crítico en adelante es el crecimiento que dé esta reforma, si se mueve hacia un sendero de crecimiento sostenible más elevado será importante, pero eso lo vamos a ver próximamente, en este momento tenemos que esperar los resultados.

¿Cómo avizoran el panorama económico del país en 2014?

El año que entra presenta un mejor panorama de crecimiento económico, en el que seguramente algunos sectores van a revivir de manera más importante.

Uno de ellos es el sector de la construcción, porque una parte del presupuesto va ir a obra.

Nosotros creemos que el Producto Interno Bruto de México avanzará 3.1% en 2014. Lo importante ahora es regresar a una senda de crecimiento más dinámica.

¿Qué riesgos vislumbran y que podrían afectar esta reactivación?

Uno de los factores que podría afectar es el retiro de estímulos monetarios en Estados Unidos, que las tasas de interés de esa nación comiencen a subir y eso reduzca el apetito de los inversionistas internacionales del mundo a los mercados emergentes. Eso puede tener un impacto algo moderado, pero de lo cual tenemos que estar muy atentos.

¿Cuenta la economía con los soportes para aguantar una turbulencia?

Sí, porque el mercado de valores mexicano es muy profundo en todos los plazos, y además la banca mexicana está en condiciones con una perspectiva estable y pueden, como lo han venido haciendo históricamente, hacer frente al respaldo que se requiera.