Economía continúa debilitándose: Inegi
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La actividad económica del país siguió debilitándose en julio, de acuerdo con los datos del Sistema de Indicadores Cíclicos revelados ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Mientras algunos analistas opinan que la economía está en una recesión poco profunda, otros indican que no es generalizado. Pero coinciden en que hay importantes riesgos para la recuperación.
El Sistema de Indicadores Cíclicos incluye dos indicadores: coincidente y adelantado. El coincidente muestra las variaciones de la actividad económica con relación a su tendencia de largo plazo, mientras el adelantado busca anticipar la trayectoria del primero.
Cuando el coincidente decrece (al menos nueve meses seguidos a la baja) y se ubica debajo de su tendencia de largo plazo (representada por los 100 puntos) se dice que la economía está en recesión.
El indicador coincidente —que refleja el estado actual de la economía— bajó 0.01 puntos en julio respecto a junio para ubicarse en 99.9 puntos, debajo de su tendencia de largo plazo (100 puntos) y suma 13 meses en retroceso, lo que implicaría una economía en fase recesiva.
El indicador adelantado –que busca anticipar el rumbo económico— se ubicó en 100 puntos para agosto, similar a la de julio.
Para Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Bursátil del banco Ve por Más, estos resultados muestran que la economía está en fase recesiva y elevan la probabilidad de que en el tercer trimestre el Producto Interno Bruto (PIB) esté en recesión, aunque muy ligera.
Para Jonathan Heath, analista económico independiente, es claro que la economía mexicana está en recesión, pues las cifras y definiciones del Inegi lo dicen, después de un pico se deben dar 9 meses consecutivos de caída y con el dato de ayer ya son 13 meses seguidos a la baja y se ubica debajo de su nivel de 100 puntos por cuarto mes, lo cual significa que la recesión empezó a partir de julio del año pasado.
José Luis Cruz, investigador del Tecnológico de Monterrey, afirma que si bien los indicadores reflejan una debilidad económica, no existe un elemento para decir que entramos en recesión, es decir, hay sectores económicos que viven una fase crítica como la construcción y textil; sin embargo, hay otros vinculados al servicio en donde la actividad económica es positiva.
Cuando hablamos de una recesión, hablamos de que la actividad productiva se contrae, el consumo y la inversión se ven afectados, dice.
Comparada con otras recesiones, Jonathan Heath aclara que la actual es poco profunda, e incluso habría señales preliminares de que pudiera estar por terminar, ya acabó en agosto o septiembre, o pudiera finalizar en octubre. Los indicios son que la economía de EU había mejorado y las exportaciones subieron.
No obstante, todos los analistas consultados coinciden en señalar que esta recuperación es incipiente, frágil y hay riesgos que podrían limitarla, sobre todo los provenientes de EU ante la gran correlación que existe entre ambas economías.
Por ejemplo, el cierre de del gobierno de EU reducirá la demanda de productos mexicanos, así como la incertidumbre sobre el techo de deuda y si la Reserva Federal eliminará los estímulos económicos.
Por el lado interno deben considerarse, el probable mayor gasto público que reactive la economía, el daño por las inundaciones, así como si la inversión del sector privado seguirá estancada hasta conocer los alcances de las reformas.