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La banca comercial en México supo capotear la desaceleración que registró la economía en este año, ya que aun cuando el ritmo de crecimiento del crédito disminuyó, los intermediarios lograron acrecentar sus beneficios, manteniendo sanos sus estados financieros, según los datos más recientes reportados por la Comisión Nacional Bancaria (CNBV) y el Banco de México.

El bajo crecimiento del crédito bancario al sector privado durante el presente año fue consecuencia del menor ritmo de expansión de la actividad económica y del empleo en el sector formal, coinciden en señalar analistas financieros.

Mientras que el crecimiento económico del país, medido a través del comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB), pasó de un incrementó de 4.1% anual real en los primeros nueve meses de 2012 a sólo 1.2% en el mismo periodo de 2013, el crédito directo de la banca comercial al sector privado no bancario redujo su ritmo de expansión al pasar de 10.2% promedio en los primeros diez meses de 2012 a sólo 7% en el mismo lapso del presente año.

Pese a lo anterior, las ganancias netas de la banca en México aumentaron 16.4% a septiembre de este año respecto al mismo periodo previo, aun con el incremento en las reservas preventivas para riesgos crediticios. Así, respecto al noveno mes de 2012, las utilidades netas del sector en general, pasaron de 65 mil 700 millones a 76 mil 524 millones de pesos, de acuerdo con los datos registrado por la CNBV.

La rentabilidad del capital de la banca comercial medida como la razón de utilidad neta a capital contable se ubicó a septiembre de 2013 en 15.1% y la relativa a sus activos ascendió al 1.6%. En particular, estos resultados se vieron favorecidos por los ingresos extraordinarios derivados de las ventas de unidades de negocio que se realizaron durante el primer trimestre del año (11.4 miles de millones de pesos) explica Banco de México en su más reciente reporte sobre el sistema financiero, y agrega que hasta dicho mes el margen financiero continuó creciendo aunque a un menor ritmo que en el año pasado.

Estos resultados también responden al alto incremento de las estimaciones preventivas de reservas (28.3% real anual) y a la caída de los ingresos no recurrentes de los bancos (45.6% real anual).

El elevado incremento de las estimaciones preventivas para riesgos crediticios se debe principalmente al deterioro sufrido por los créditos comerciales, en particular los otorgados por algunos bancos a empresas dedicadas a la construcción de vivienda, aunado al deterioro de los créditos al consumo. Así, a septiembre la cartera vencida total y la cartera vencida de crédito a empresas se incrementaron respectivamente en 43.3% y 77.6% en términos reales anuales, señala el reporte de Banco de México.

Pese a lo anterior, la autoridad monetaria considera que el conjunto de la banca comercial mantuvo elevados sus niveles de rentabilidad, solvencia y liquidez, aunque algunas instituciones por su modelo de negocio deben de realizar esfuerzos para mejorar sus coeficientes de liquidez.

En la medida en que la actividad económica crece a tasas reducidas, la demanda de crédito también crece de manera más pausada, explica un informe sobre el sector bancario elaborado por BBVA Reserch. Por ejemplo, ante la desaceleración económica las empresas optaron por posponer sus proyectos de inversión, lo cual en muchos casos también significó posponer la demanda del crédito con la cual financiarán esos proyectos de expansión.

Por el lado de las familias se tiene que la desaceleración en el ritmo de expansión del PIB hace que éstas reconsideren adquirir nuevos créditos, ya sean de consumo o para adquirir vivienda, pues una economía que crece de manera lenta aumenta la posibilidad de que en el futuro cercano las familias puedan enfrentar algún efecto adverso sobre su ingreso.

Consumo y vivienda

Una de las principales expresiones de la desaceleración económica que registró la economía mexicana en 2013 ha sido la contracción del mercado interno y como consecuencia, la menor demanda de crédito bancario para el consumo. De acuerdo con los datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante los primeros diez meses del año las ventas al menudeo y mayoreo registraron una contracción anual acumulada de 0.8% y 5.3% respectivamente, en tanto que el crecimiento anual acumulado de crédito al consumo pasó de 18.2% en el periodo enero-octubre de 2012 a 11.3% en el mismo lapso para este año.

Otro segmento del crédito bancario impactado por la menor generación de empleos formales fue el destinado a la adquisición de vivienda. La expansión de dicho financiamiento, explican los especialistas, está asociada en gran medida al crecimiento del número de trabajadores que están afiliados de manera permanente al IMSS, es decir, el comportamiento de este crédito está asociado con la evolución de aquellos trabajadores formales que tienen una fuente de ingreso, la cual se puede comprobar y considerar como estable. Estas características de los trabajadores formales hacen que éstos representen un menor riesgo para quienes otorgan crédito a la vivienda.

Crédito a empresas

La desaceleración económica también se vio reflejada en un menor dinamismo del crédito de la banca comercial a las empresas. Dicho financiamiento registró en los primeros diez meses de 2013 un crecimiento real promedio de 4.3%, contra 6% registrado en el mismo periodo de 2012.

En términos generales la banca comercial cierra el año en buenas condiciones con una favorable perspectiva para 2014 en la medida que se espera un mayor dinamismo económico, que a final de cuentas estimule la demanda por financiamiento.