juliansanchez@eluniversal.com.mx 

La empresa Aeroméxico y la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), han sumado acciones para ir en contra de los sobrecargos de la empresa. Ahora con un nuevo peritaje enmarcado en el Conflicto Colectivo de Naturaleza Económico (CCNE), que interpuso la compañía contra los trabajadores y con lo que pretende imponer un contrato B a los futuros empleados, quienes deberán someterse, con ello, a “condiciones infrahumanas de salario, jornadas, recesos y descansos sin precedente alguno.

Ricardo del Valle Solares, secretario general de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), informó en entrevista que “de manera burda” la JFCA se ha prestado a la estrategia de la empresa y ha entregado un nuevo peritaje encargado por Aeroméxico “que resulta más agresivo”, y se desconoce el anterior ratificado en mayo pasado.

De acuerdo con Del Valle, la JFCA aún no emite resolución basada en el peritaje, por lo que los directivos de Aeroméxico no pueden afirmar que existe un laudo a su favor.

Hace unas semanas se conoció que Aeroméxico revivió el conflicto colectivo de naturaleza económica, al señalar que ASSA no aceptó la creación de un contrato B para sobrecargos de futuro ingreso, lo cual se estableció en la revisión salarial reciente. “Al no respetar los acuerdos firmados el pasado 1 de junio, pone en riesgo las condiciones laborales de los sobrecargos actuales”.

De acuerdo con la empresa, “El objetivo de este procedimiento es establecer un contrato colectivo de trabajo para nuevos sobrecargos, que fortalezca a la compañía en beneficio de todos los empleados, clientes y accionistas”.

Aeroméxico consideró que el sindicato incumplió un acuerdo firmado el mes pasado sobre la aprobación de un contrato B, establecido en la cláusula sexta del convenio.

Ricardo Del Valle, sostuvo, que su actuación no es por negligencia, como lo ha querido hacer ver la empresa, sino que con base a los estatutos que fijan la defensa de los derechos de los trabajadores.

“Es claro la tendencia y los embates que se han utilizando para perjudicar a los futuros sobrecargos. Además, el juicio no termina con la resolución de la Junta Federal, pues seguirán otras instancias como son los amparos ante un circuito colegiado en materia laboral y posteriormente ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.

Destacó que históricamente los sobrecargos son los que han cedido sus derechos ante las situaciones financieras que vive la compañía, como: cinco días de vacaciones que a la postre significó el reajuste a 141 sobrecargos, extensión de jornada especial y la cancelación de créditos b y c.

“Pero lo más importante y perjudicial es que se otorgó la categoría inicial sin dar la batalla que todo sindicato debería de dar en defensa de sus trabajadores. Y ahora tenemos 300 compañeros afectados en salario y prestaciones”.