presidentenacionalimef@imef.org.mx 

En el cúmulo de oportunidades que la economía brinda a partir de las reformas estructurales y en el marco de las expectativas de crecimiento cifradas para el mediano plazo destaca el turismo, un sector que en ocasiones se le ha relegado entre las prioridades en materia de políticas públicas, pero que sin duda tiene un enorme potencial.

En abril de 2012, al presentar los resultados de la Cuenta Satélite de Turismo en México, el Inegi reafirmaba su importancia en la economía nacional al participar con 8.6% del PIB, generando poco más de 2 millones 450 mil puestos de empleo remunerados, manteniéndose así como bastión en las cuentas nacionales del país.

Entre los objetivos de la pasada administración federal estaba situar a México antes de 2018 dentro del top 5 de los destinos más visitados en el mundo. Hasta ahora, a la élite de las naciones con mayor número de turistas pertenecen Francia, Estados Unidos, China, España e Italia. La brecha se antoja difícil de reducir, pero con un proyecto bien estructurado será esto posible.

Al comienzo de año, la Organización Mundial del Turismo dio a conocer que lejos de avanzar en el ranking global, México retrocedió tres posiciones para ubicarse en el lugar 13, fuera del grupo de los 10 principales destinos en captación de visitantes, del cual formó parte en 2011. La noticia se compensó gracias a que en pesos la derrama económica no fue menor.

Pero aún se está lejos de siquiera retomar el nivel alcanzado antes de la crisis de 2009. Ahí radica el potencial y la oportunidad que tiene México para redoblar el paso y recuperar las posiciones perdidas. Ahora, con una estrategia alineada con los objetivos de la nueva administración será factible contar con una industria turística más competitiva.

El presidente Enrique Peña Nieto trazó cuatro directrices que pueden servir de guía para que tanto los gobiernos locales como la iniciativa privada se sumen a un plan con renovado alcance de miras. La política está basada en aprovechar la infraestructura y destinos actuales y fomentar la promoción y participación de particulares en nuevos proyectos.

Eso sí, se plantea una diversificación de la oferta que en mucho ayudará a destinos no necesariamente de sol y playa, como los culturales, para el ecoturismo y de lujo, pero sobre todo a las ciudades con vocación para captar congresos y convenciones en el llamado turismo de negocios. México también tiene un enorme potencial para organizar eventos y dar cabida a visitantes de todo el mundo.

El turismo de reuniones ha tenido un auge importante en las últimas décadas y México ha logrado mejorar su posición internacional en esta industria, ya que de acuerdo con el ranking de eventos internacionales de ICCA (International Congress and Convention Association), nuestro país ocupa el lugar 20 a nivel global.

La Secretaría de Turismo, a través del Centro de Estudios Superiores en Turismo (CESTUR), en coordinación con la Asociación Mexicana de Recintos Feriales (Ameref), dio a conocer este año el estudio: “La operación y funcionamiento de los centros de convenciones en México y la estimación de su significancia económica”, cuyos resultados indican que el turismo de reuniones representa al país un mercado de 6.2 mil millones de dólares.

En este sentido, una de las estrategias de México ha sido impulsar la construcción de infraestructura turística y de reuniones, como los nuevos centros de convenciones de Los Cabos y Tijuana, con los cuales suman 70 en todo el país, comparados con los 27 que había en el año 2000.

Las reuniones en México aportan 1.43% al Producto Interno Bruto y el total de consumos y demanda equivale a 18% de la demanda total por viajes y turismo del país.

La contribución de los recintos al PIB asciende a 2.3 mil millones de dólares, que corresponde a 0.27% del PIB nacional. El empleo generado a raíz de la actividad de los recintos feriales corresponde a 151 mil 100 empleos, de los cuales 85 mil son directos y 66 mil indirectos.

Las cifras hablan por sí solas. Aprovechemos la nueva dinámica de cambio y propuestas en que ha entrado el país para reforzar el mayor número de actividades económicas posibles y capitalizar las oportunidades que brinda el turismo, una disciplina por demás gratificante, placentera y rentable.

*Presidente Nacional del IMEF