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Para el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), es momento de centrarse en los cambios que tienen una verdadera incidencia en el ritmo de crecimiento, la competitividad y la creación de empleos para el país.

“El tema que hoy nos compete es la discusión y aprobación de la reforma energética, cuyo objetivo es estimular el dinamismo de la economía, dejando de lado cualquier interés particular”, insistió el Centro.

En su mensaje semanal: “Por una reforma energética que estimule el crecimiento”, aclaró que la necesidad de lograr un cambio en el sector energético es clara; pues México necesita mejorar sus tarifas de energía para elevar su competitividad. El CEESP explicó que en los últimos años la producción de crudo se ha debilitado significativamente, pues desde 2004 al 2012, se alcanzaron 835 mil barriles diarios.

En contraste, la inversión aumentó al pasar de 113 mil millones de pesos (mdp) a 274 mil mdp en el mismo periodo. “El origen principal de esta situación es el hecho de que la exploración y extracción de crudo se ha vuelto cada vez más difícil por cuestiones geológicas y, por ende, requiere de mayores recursos con resultados más lentos”, consideró.

Por lo que, insistió en que la participación de la Iniciativa Privada (IP) en la exploración, extracción, procesamiento y distribución de derivados hará más productivo al sector, pues se lograrán costos más bajos y se generarán más empleos.

“Pensar en que Pemex puede invertir en exploración y extracción en aguas someras al mismo tiempo que hacerlo en aguas profundas, es simplemente desaprovechar las fortalezas de la paraestatal”, criticó el Centro de Estudios.

En contra parte, recordó que el Congreso aprobó la Ley de Ingresos para 2014 que hace más complejo el sistema recaudatorio y la carga impositiva afectará a los que menos tienen. Se perderá competitividad y propicia la informalidad; “es una reforma antiempleo y anticrecimiento”, concluyó.