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El Centro de Estudios Económicos de Sector Privado (CEESP), indicó que si no se dan cambios importantes en simplificación tributaria y eficacia del gasto público, México sólo tendría una nueva miscelánea fiscal, la cual propiciaría desincentivos para la inversión y lógicamente para el crecimiento de la economía y del empleo.

En su reporte semanal, “¿Más impuestos y poca reforma?”, reveló que existe un alto porcentaje de evasión y elusión fiscal como consecuencia de lo complejo e inequitativo que es el sistema tributario, “el país necesita fortalecer y ampliar su base de contribuyentes que paguen impuestos”, enfatizó.

El CEESP consideró que durante este sexenio se deben generar cambios importantes en materia tributaria que guarden el principio de simplicidad y equidad, propuso aumentar la línea de contribuyentes, revisión o eliminación de beneficios fiscales; además de buscar un aumento de los impuestos indirectos por una disminución en los directos.

“Para que se logre un verdadero cambio será indispensable generalizar el IVA, y se deberá aplicar un impuesto verde a las gasolinas”, contó.

Además, consideró que dos factores rectores de una mejor asignación de los recursos son: la transparencia y rendición de cuentas, sin olvidar que la inversión en infraestructura deberá ser prioritaria para estimular un mayor ritmo de crecimiento económico y así crear más empleos formales. “La mejor forma de reducir la pobreza es precisamente mediante la creación de nuevos puestos de trabajo”, enfatizó el CEESP.

Los especialistas del CEESP reiteraron que la reforma tributaria y la reingeniería del gasto deberán ser complementarias en este proceso de cambiar el panorama económico del país.

Ya que de lo contrario, tratar de compensar el faltante de recursos vía deuda pública ejercerá presiones importantes en la salud financiera del gobierno y limitará la posibilidad de que el sector privado disponga del financiamiento necesario para invertir.

Sin embargo, el organismo añadió que “tal parece que la coyuntura anticipa que no se propondrá una verdadera reforma hacendaria como la que deberíamos tener para crecer”.

Es decir, si no hubiera cambios importantes en simplificación tributaria y eficacia del gasto público sólo habría una nueva miscelánea fiscal que, incluso, podría propiciar desincentivos para la inversión y lógicamente para el crecimiento de la economía y del empleo, expuso.

El CEESP señaló que recurrir a soluciones fáciles de corto plazo no significa un mayor beneficio para la población, como pareciera ser el caso, de acuerdo con un rumor, de un incremento en la tasa del Impuesto sobre la Renta (ISR) para el próximo año. Esta situación, apuntó, es contraria a lo que se había estipulado de retomar su disminución para volver a ubicarla en 28%, y a la tendencia mundial que busca una baja del impuesto al ingreso (impuestos directos).