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El desfile de posibles compradores para BlackBerry terminó, la compañía no está más en venta, así lo anunció el corporativo, que ahora tiene que conseguir una nueva inyección de capital de alrededor de mil millones de dólares, para salir adelante y enfrentar las elevadas pérdidas de los últimos años.

Ayer fue la fecha indicada para que Blackberry y su principal socio Fairfax Financial llegaran a un acuerdo, después de seis semanas de negociación. Sin embargo, al final optaron por frenar la venta.

Este no es el único cambio que experimenta la empresa tecnológica, el actual CEO, Thorsten Heins, abandona las filas y cede su puesto al John Chen, el ex presidente ejecutivo de Sybase, una compañía de software para bancos de datos que adquirió SAP AG en 2010.

Chen destacó su experiencia para reestructurar empresas y hacerlas exitosas, en entrevista, donde también dijo que no estaba interesado en cerrar el negocio de aparatos telefónicos de BlackBerry. “Sé que tenemos los ingredientes suficientes para levantar un negocio sostenible a largo plazo. Ya lo he hecho antes y parece ser la misma película”.

Estos cambios podrían elevar el número de acciones de BlackBerrry hasta en 20%. Los títulos de la compañía caían 12% a 6.84 dólares en el Nasdaq.

El principal accionista, Fairfax Financial Holdings Ltd acordó comprar 250 millones de dólares de las obligaciones de la empresa a siete años, que se convertirán en acciones comunes a 10 dólares. BlackBerry no invitó a otros inversionistas a participar en la negociación.

El reinado de Heins

Mientras que de esta manera Thorsten Heins termina su corto periodo al frente de la compañía. Entre sus logros se encuentran un cambio de estrategia sobre el sistema operativo BlackBerry 10, lo que retrasó muchos meses su lanzamiento. En su mandato liberó versiones gratuitas de BlackBerry Messenger para iOS y Android con buenos resultados iniciales. También se renovó la línea de productos con el lanzamiento de equipos como el Q10, Q5 y Z30, además de su lanzamiento estrella, el Z10.

Fue justamente el fracaso de este dispositivo lo que agudizó los problemas de la compañía con sede en Ontario, ya que a partir de su lanzamiento y sus bajas ventas se anunció el recorte de 40% del personal. Además de una pérdida por casi mil millones de dólares en el segundo trimestre del año.