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A diferencia de América Latina, las incursiones por Europa del conglomerado de las telecomunicaciones América Móvil (AMX, por su clave de pizarra), propiedad de Carlos Slim, han resultado ser un proceso difícil con pocos éxitos a lo largo de los últimos años, según analistas.

La incursión del operador mexicano al mercado europeo no ha sido un paso sencillo, indicó la consultoría Mediatelecom Policy & Law.

La semana pasada AMX anunció a los inversionistas internacionales su intención de adquirir al 100% la empresa holandesa KPN por un monto de 9 mil 160 millones de dólares.

El anunció se dio después de que KPN celebrara un convenio de compra-venta con la empresa española Telefónica para vender su filiar E-Plus en Alemania por un monto de 8 mil 100 millones de euros con deuda incluida.

La operación está condicionada al visto bueno de las autoridades regulatorias, así como al voto a favor de los accionistas de control de KPN. Carlos Slim cuenta con 2 votos en el consejok de administración.

Derivado de la oferta pública de acciones (OPA) la agencia calificadora de riesgo Moody’s fijo las calificaciones de AMX en revisión a la baja.

“Colocar las calificaciones de AMX en revisión a la baja deja en evidencia nuestra opinión de que los beneficios potenciales de la toma de control de KPN podrían ser contrarrestados por los crecientes desafíos operativos y por la carga de deuda resultante del cierre de esta operación”, comentó Soummo Mukheree, analista de Moody´s para América Móvil.

Las ofertas de América Móvil y Telefónica confirman que en el mercado de telefonía el modo de crecimiento, propio de mercados maduros, es la compra de activos.