Aseguradoras pueden enfrentar catástrofes
HURACÁN VILMA. El sector asegurador con su capital pagó 3.5 %. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
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Para enfrentar pagos e indemnizaciones ante catástrofes naturales, las compañías de seguros cuentan con varios mecanismos que les permite en un momento dado no descapitalizarse o caer en mayores problemas financieros; cuentan por ejemplo con una reserva catastrófica que por regulación se tiene que constituir de manera preventiva, así como las coberturas de exceso de pérdida o reaseguro.
Manuel Calderón de las Heras, vicepresidente de vinculación institucional de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), explicó que normalmente las compañías no exponen la totalidad de la reserva catastrófica y adquieren mayor cobertura de reaseguro de exceso de pérdida, "pero esa es una decisión de negocios sobre cuál de los dos volúmenes de capital tiene un costo superior", resaltó. "Lo que no es una decisión de negocios es constituir o no una reserva catastrófica, esa se debe de constituir necesariamente y busca entre otras cosas no tener una dependencia absoluta del mercado de reaseguro internacional ya que cuando se endurece este mercado se vuelve muy caro, además está expuesto a nivel global y cuando ocurre otro evento en alguna otra parte al mismo tiempo, se endurece el precio para todo el mundo y no sólo para una región".
Todo ello, explicó Calderón, garantiza que una vez que se transfieren al sector privado los riesgos a los que están expuestas las distintas ubicaciones en el país, las compañías cuentan con los recursos suficientes para hacer frente a un siniestro. "El mercado mexicano ha sido solvente para absorber las pérdidas aseguradas de los eventos recientes", expuso.
Dijo además que estas coberturas de exceso de pérdida, que se admiten como un activo computable tienen que ser adquiridas con empresas cuya calificación sea superior a BBB por una agencia calificadora, de lo contrario no se cuenta como activo computable.
Luis Álvarez Marcén, director de daños de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, comentó que hasta ahora siempre ha habido cobertura aunque habría que analizar otras alternativas, "siempre han habido recursos disponibles, capital que pueden tomar las compañías de seguros, sabemos que puede haber ciertos riesgos y por ello habría que pensar que otras alternativas hay analizar cuál es el mejor esquema".
Puso como ejemplo el caso del huracán Vilma: el sector asegurador con su capital pagó el 3.5% y el restante 96.5% se recuperó de todo el mundo, "no hubo un impacto ni a la economía ni a la solvencia de las aseguradoras; se convierte en un tema de flujos por la temporalidad de las indemnizaciones conforme llegan los proyectos de obra o de reparación".
Dijo que el dinero no sale de las aseguradoras en ese momento, "las primas se colocan en EU o Europa en un esquema de mutualidad internacional, en riesgos catastróficos, con una reserva catastrófica acumulativa que en México opera dese 1987", dijo.