Son los niños flemáticos responsables y tolerantes
El niño flemático es rechonchito y se mueve lentamente. Para él, nunca hay una razón lo suficientemente importante como para apresurarse o correr. Le gusta estar sentado, observando la actividad a su alrededor y entre menos se tenga que mover, más a gusto está. En pocas palabras, ¡no le corre la vida! Comer es su fascinación y disfruta cada bocado que mastica con total concentración. Al poco tiempo de haber desayunado, ya está pensando en el refrigerio del colegio y, después, en la hora de la comida. No es melindroso pero le gusta especialmente la comida que engorda. Es muy dormilón: es el primero en acostarse y el último en despertar. Para el niño flemático la rutina diaria es muy importante. Al contrario del sanguíneo, no le gusta andar del tingo al tango, pasando de una actividad a otra. Cuando no quiere hacer algo, no discute ni no se contradice, simplemente no se mueve. Aplica lo que llamaríamos resistencia pasiva. Te dice que sí, ¡pero no te dice cuándo! Todo le parece bien y se adapta con facilidad a las circunstancias que le rodean, siempre y cuando no sean demasiado ?movidas?. El niño flemático es casero, prefiere invitar niños a su casa que ir de visita. Es ordenado y apegado a sus cosas y no le gusta dormir en otro lugar que no sea su cama. Necesitamos alentarlo para que haga algo de ejercicio, pero comprender que debe ser un deporte de su agrado, es decir, no competitivo ni violento. Puede gustarle la natación, el boliche o caminar. Por su parte, el adulto disfrutará especialmente del golf, la yoga y la pesca. ¿Quién, sino un flemático puede esperar pacientemente por horas hasta que un pez pique el anzuelo? Y hay que estar también prevenidos, pues una vez que ha terminado de hacer ejercicio, se le despierta nuevamente el apetito, pero ahora con el agravante de que piensa que se ha ganado una buena comilona. Es importante que no desayune pesado antes de ir al colegio, pues toda su energía se irá al metabolismo y estará somnoliento y desinteresado, por lo menos una vez a la semana para que no se aisle. Rodearlo de otros niños lo ayuda a interesarse en cosas nuevas y abrirse al mundo. En su trabajo es puntual, leal, responsable y meticuloso. No es dado a los chismes, ni a los conflictos y esto le gana la confianza de sus colegas y superiores. El flemático no es vanidoso y la moda lo tiene sin cuidado: lo que le importa es la comodidad. Puede usar la misma indumentaria varios días y llegar a ser muy fachoso. Su ropa favorita son los pants y los tenis. Si le gusta un modelo de ropa o zapatos se comprará varios para no tener que buscar algo diferente en un futuro. Al planear un viaje lo hace según los restaurantes donde piensa comer y puede estar feliz sentado en una cafetería por horas, saboreando un café con pastelitos, viendo pasar a la gente. Como vive en el eterno presente, dispone de todo el tiempo del mundo. El flemático huye de las discusiones o situaciones conflictivas, pero como es buen observador, veraz en sus comentarios y ecuánime en sus sentimientos, puede ser objetivo e imparcial. Sus juicios son sensatos y lógicos y, por lo tanto, es un buen consejero o mediador que dice las cosas como son, sin adornarlas o tratar de quedar bien. Si no se le fomentan las relaciones sociales y se abre al mundo, puede volverse muy egoísta, frío o solitario, así como indiferente y apático hacia todo lo que le rodea. En un extremo patológico puede caer en el autismo. ? Elemento: agua; color, azul o verde. Estación: invierno
Aspectos emocionales
El niño flemático es introvertido y muy tranquilo. Hace sus cosas lentamente con cuidado, atendiendo todos los detalles. Es amable y obedece de buena gana, sobre todo si no le pedimos que se apure. Las prisas lo paralizan o lo vuelven torpe.
Relaciones sociales
Es callado y solitario, no necesita de compañía pues los demás le parecen nerviosos y a él lo perciben como aburrido. Le gusta observar la actividad de sus compañeros y no le molesta no participar.
En la escuela
En el salón de clases es un niño, calmado que nunca causa problemas. Puede sentarse al fondo del salón pues como es muy tranquilo, no molesta a sus compañeros. Sin embargo, puede ser olvidado por la maestra, ya que le gusta pasar desapercibido. No demanda atención ni es exigente. Es un tanto inseguro y teme ser puesto en evidencia. No le gusta pasar al pizarrón o ser el blanco de todas las miradas. Teme equivocarse y sentirse inadecuado. Cuesta trabajo interesarlo y es lento para aprender, pero una vez que sabe hacer algo siempre lo hará bien y con precisión. Aunque tarda en comenzar su trabajo, es perseverante y termina lo que empieza.
Recomendaciones
Es importante que los padres le cuiden la dieta, pues como disfruta tanto comer y no le interesa moverse, con facilidad subirá de peso. Esto puede ocasionar que se vuelva objeto de burlas y apodos por parte de sus compañeros, que lo harán sentirse inadecuado.
Para el maestro
El maestro deberá tomar en cuenta que necesita alentarlo para ayudarle a desarrollar su autoconfianza y no criticarlo, pues puede afectar su autoestima. Es importante que el profesor le tenga paciencia y comprenda que su ritmo es más lento y requiere de más tiempo, pero que esto de ninguna manera significa que sea menos inteligente o menos capaz.
Aspectos emocionales en los adultos
El adulto flemático es una persona ecuánime que no pierde la cabeza en una emergencia. Sortea lo peor de las tormentas con inalterable tranquilidad. Algunos amigos lo acusarán de que le corre atole por las venas... sin embargo, hay que saber que aunque es muy paciente y aguanta, aguanta y aguanta, el día que se le colma el plato estalla con una furia que deja temblando a todos. Y es por esto que se dice que el flemático ?es un colérico dormido?. Es conservador por naturaleza, le gusta lo conocido y se resiste ante cualquier cambio. Su vida es ordenada y rutinaria pero puede volverse muy aburrida, pues no le cruza por la cabeza que puede hacer algo para cambiarla.
Relaciones sociales
La mujer flemática es una excelente ama de casa que crea un ambiente de bienestar en el hogar: todo está limpio y en su lugar, el refrigerador siempre lleno de comida y la casa impregnada de olores apetitosos. Los niños están bien atendidos y reinan la paz y la tranquilidad. Como padre, el flemático es amable, cálido, tolerante, paciente y bondadoso. En relación con el dinero, es previsor y ahorrativo, lo cual proporciona seguridad económica y un sentido de estabilidad a la familia.





