En opinión de Cecile Laversin, la antigimnasia es el mejor método para aliviar dolores ocasionados por malas posiciones; además de que busca trabajar el cuerpo sin lastimarlo.

En visita a la redacción de EL UNIVERSAL, Cecile, unica instructora autorizada en nuestro país, habló de esta técnica creada por Therese Bertherat y que se opone al concepto tradicional de gimnasia y rehabilitación corporal.

¿Qué es la antigimnasia?

Es una toma de conciencia corporal que se debe conquistar y un método preventivo para detener el deterioro del cuerpo y recuperar la capacidad de movimiento.

¿En qué se basa y qué busca?

En el método Mezieres, y su meta principal es soltar la musculatura que ya de por sí es rígida y no está de acuerdo con los huesos. Busca además, trabajar el cuerpo a través de movimientos suaves, en consonancia con la respiración.

Estamos acostumbrados, por salud y por estética, a mantener nuestro cuerpo en forma a través de correr, hacer aerobicos o levantar pesas, ¿es malo?

Con estos ejercicios se forza el cuerpo; y la antigimnasia pretende trabajarlo en contra de esta idea. Se puede ser flexible sin forzar, estirar sin lastimarse...

¿De qué manera?

Con movimientos lentos, sencillos, originales y muy pequeños, con ayuda de pelotas o bastones. De este modo iremos hacia un bienestar corporal y psíquico.

Laversin expresó que el principio básico de Mezieres consiste en aflojar y alargar la musculatura posterior, respetando los ejes corporales y buscando encontrar su simetría para, finalmente, corregir las malas posturas del cuerpo.

¿Cómo se logra?

Esta musculatura, de la espalda a los pies, es fuerte, rígida y corta, y cumple funciones diferentes a la anterior, que se verá afectada. Trabajan en forma distinta, pero siempre una en función de la otra. Este trabajo implica ?desatarse? respetando los ejes del cuerpo, rechazando torsiones y rotaciones que incidan en forma negativa sobre el funcionamiento de nuestro cuerpo.

¿Qué beneficios aporta la antigimnasia?

Hay que tomar en cuenta que el cuerpo no olvida nada, y las malas experiencias las manifiesta por medio de rígidez y dolores en la espalda, en la nuca y en la cara, por citar algunos. Debemos tener conciencia de la relación que existe entre el cuerpo y nuestras emociones.

La antigimnasia trabaja en estos dos sentidos, la parte que desea estar bien y la que se encuentra estancada.

?Se trata de un proceso integral que involucra cuerpo, mente, emociones y sentimientos, y que permite que fluyan libremente. Con esto quiero decir que las emociones estancadas, si no se mueven, se transforman en dolor y en enfermedad.

¿Podríamos compararla con el yoga?

El yoga es una disciplina que tiene muchos años, pero en una cultura que no es la nuestra. Con la antigimnasia, aunque no es precisamente una meditación, se logra una gran paz, se recupera la armonía perdida, se quitan dolores y se deshacen nudos físicos que guardan relación con emociones pasadas; es decir, deshace toda la tensión, que de ninguna manera es necesaria en nuestra vida.

Al mencionar que la antigimnasia une todas las partes del cuerpo, ?de la cabeza a los pies?, Cecile Laversin recalcó que ?no hay que competir con el cuerpo, mejor hay que entenderlo; conocer sus límites y parar de maltratarlo?.

Laversin agregó que las sesiones pueden ser de una hora y media por semana, hasta completar 12 o 14 sesiones.

?A pesar de que no es un proceso simple, los beneficios pueden verse desde la primera sesión, cuando empiezas a recuerera la conciencia de tí mismo y recuperar la calidad de vida que se pierde diariamente?.

En conclusión, la antigimnasia da por resultado un cambio en la postura corporal y una nueva actitud hacia la vida; propone que el individuo vaya hacia la forma natural del cuerpo y hacia la belleza?.