Recientemente leí un artículo que mencionaba que en México las mujeres somos mucho más entusiastas en el uso de Internet que nuestras contrapartes masculinas. La verdad es que no me extrañó.

Por mi parte, puedo afirmar que mientras mi marido duerme plácidamente, y como debe de ser, por las noches, mi corazón empieza a latir apresuradamente con el conocimiento de los goces cibernéticos que me aguardan encerraditos en la PC. Sí, adoro las compras virtuales (comprar, comprar y comprar sin gastar, gastar, gastar, ¿qué mas se puede pedir?).

Me encanta navegar por los museos más exóticos de la Tierra y encontrar mis revistas favoritas sin tener que comprarlas. Pero la parte verdaderamente apasionante de la Red son los correos.

Yo soy de esas extrañas criaturas que, cuando niñas, buscábamos desesperadamente las páginas de los ?cuentos? que anunciaban a los niños que buscaban amigos por correspondencia, y cuando descubrí que existían asociaciones mundiales de pen pals o ?amigos por correspondencia? quise morir de la felicidad. Mis primeros descalabros sentimentales (que no amorosos...) los sufrí cuando mis ?amigos? me dejaban de escribir. Pero, independientemente de mi caso, ¿quién no se encantaba al recibir una carta?

¡Ah!, pero el correo electrónico es mucho mejor. En primer lugar no hay que esperar semanas y meses enteros para recibir la contestación de algún amigo, basta con unos cuantos minutos. En segundo lugar, al tener que escribir en lugar de hablar, uno tiende a meditar y a poner más cuidado en lo que se dice; es necesario estar más concentrado que en el teléfono, y si hubiera alguna interrupción, ésta no nos está costando dinero. Y ¡hablando de dinero!, ¿qué hay más barato que la comunicación por este medio?

Quien inventó Internet probablemente no sospechaba que miles de mujeres encontraríamos una nueva y mejorada forma de chismear. Porque Internet no es sino una forma, muy moderna y sofisticada eso sí, de chismear...

A mí que no me vengan con eso de la ?supercarretera de la información?. Hasta el día de hoy he utilizado la Red aproximadamente unas dos veces para ayudar a mis hijas con sus tareas y unas varias miles de veces para platicar de tontería y media, mandar chistes tontos a mis amigos ?chateros? o para enterarme del último chisme del hijo de De la Rúa y Shakira (por cierto, los argentinos deben poseer un alto grado de ?chismosidad?, la Red está repleta de ellos...), es decir, para puras cosas esenciales y necesarísimas.

Si es mujer y no ha entrado a la Red, ¡se la superrecomiendo! y me van a perdonar, pero ya me tengo que ir a contestar mis ?emilios?. Besos. ¡Chau! Comentarios al correo electrónico: marizann@aguila.el-universal.com.mx