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El diseñador venezolano Ángel Sánchez ha decidido hacer del frío algo placentero a través del color, las siluetas y un despliegue de texturas llenas de suavidad.

Así lo dicta este creativo en su nueva colección otoño-invierno 2011-2012, que presentó durante la pasada edición del Mercedes-Benz DFashion México y con la que viste a la mujer contemporánea.

Realizamos una sesión fotográfica en las instalaciones del hotel W de la ciudad de México, donde pudimos conocer de cerca estas creaciones y descubrir la historia que hay detrás de ellas y de este notable personaje de la moda internacional.

“Lo de otoño-invierno a veces me pesa; entrar en una estación que tiene que ver con abrigos y con cosas pesadas resulta difícil para mí. Por eso hice todo lo contrario y logré que fuera muy desenfadada, con movimiento. La mujer que se la ponga no importará que salga con un abrigo

encima porque cuando destape, estará cómoda y no tendrá que preocuparse de nada”, dijo Sánchez.

Su intención es crear ideas frescas con las que su trabajo tenga una nueva cara que mostrar a un público sediento de cosas sorprendentes.

“Mantener jóvenes propuestas y no envejecer es uno de mis objetivos principales. Digamos que le he puesto un poco de botox a mi línea. Trabajé tanto tiempo diseños couture más clásicos, que tienen que ver con una mujer más madura, con ocasiones mas formales, que me cansé un poco. Así nació esta propuesta que no necesita una gran ocasión para lucirse”, expresa.

Mantener la modernidad en su trabajo es un reto, así como interpretar los cambios continuos que ocurren en la moda. Dentro de esta visión, resalta el tema de la elegancia, la cual, para Ángel, es interpretada por la gente de manera distinta.

“El concepto de lo que es ser elegante ha variado con el tiempo. Ya no se refiere a estar completamente impecable y perfecta. La moda va más hacia cosas menos duras, estructuradas, corsetadas, incómodas; si siguiera haciendo alta costura, me quedaría en una zona de confort y podía ser peligroso”, afirma.

Con esta línea de prendas la mujer no tiene que estar pendiente de si está perfecta. Sánchez lo consigue por medio de minivestidos confeccionados en sedas georgette, algunas lentejuelas para enfatizar ciertos trazos en cortes angulados y siluetas holgadas que no se pegan al cuerpo, además de cortes mucho más angulados que remiten a los años 60.

El venezolano nos confiesa su miedo al color y dice luchar con este reto constantemente.

“Le tengo miedo al color; a veces definir la paleta de colores representa una de las mayores preguntas, si me preguntan de esta colección de otoño- invierno, respondo que yo quería colores, alegría y libertad”.

La moda mexicana

Ángel piensa que la moda nacional necesita un poco de orientación:

“Con sinceridad pienso que hay mucha gente con alento que necesita que alguien le oriente. A la moda mexicana la encuentro un poco recargada; me gustaría saber las razones por las cuales siendo un país tan grande y con tanta cosas y con plataformas de moda la encuentro un poco atropellada y exagerada de recursos, le falta un poco más de limpieza”, concluyó el modisto en cuyos planes está renovarse.