natalia.gutierrez@eluniversal.com.mx

La alimentación es uno de los factores más importantes para que un atleta de alto rendimiento dé lo mejor de sí... ¡y el equipo tricolor de México no puede ser la excepción!

Por ello, el once ideal mexicano cuenta con dos chefs profesionales, quienes se encargan de satisfacer los paladares de todo el equipo y hasta de cumplir uno que otro capricho.

Félix Cano y Marlene Netzahuatl se encuentran en Sudáfrica acompañando a los jugadores de la Selección Mexicana, cerciorándose de que estén bien alimentados para que, al menos por falta de energía, no los manden de regreso en la primera ronda. Ambos se ocupan de diseñar un menú alto en carbohidratos y proteínas, que incluye desde pollo asado hasta sopa de fideos.

Marlene lleva alrededor de dos años y medio como parte del personal que cuida al Tri; sin embargo, también vigila la dieta de las selecciones femenil, sub 15 y sub 17. Por su parte, Félix, de 66 años, es todo un veterano y experto en justas mundialistas, siendo Sudáfrica 2010 su segunda gran experiencia.

Tan sólo para garantizarle una buena alimentación a la selección, ya se han enviado aproximadamente 800 toneladas de equipo de cocina y productos enlatados. El cargamento comprende 90 kg de frijol deshidratado, 20 kg de chiles en vinagre, 10 lt de cajeta, 15 lt leche condensada, 3 kg de pasta de achiote y 10 kg de mole en polvo, por mencionar algunos.

“Tortillas de maíz no se incluyeron porque hay una tortillería en Johannesburgo. Asimismo, utilizaremos agua embotellada para cocinar”, señaló Netzahuatl, quien es egresada de la licenciatura en gastronomía de la Universidad del Claustro de Sor Juana.

Entre los ingredientes que más consumen los jugadores para resistir el gasto energético de los partidos están las papas, el arroz, las pastas, la carne roja y el pescado; sin embargo, tienen prohibidos los postres, las frituras y los refrescos, al menos durante su paso por Sudáfrica.

El detrás de cancha

Podría pensarse que los astros del futbol nacional son dueños de un gusto exigente y que representan todo un reto para los chefs tricolor Félix y Marlene; no obstante, el chef Cano asegura que “todos comen muy bien y ninguno necesita de un menú personalizado”.

La tarea de estos gastrónomos se centra en preparar platillos de alta calidad, donde los ingredientes juegan un papel crucial. En su cocina hay de todo, desde una gran plancha para asar hasta enormes charolas de frutas y verduras. Los cocineros trabajan de cerca con el cuerpo médico, encabezado por Radamés Gaxiola, para que no se añada ningún tipo de grasa e irritantes.

Por más peticiones que hagan los deportistas, Félix y Marlene tienen estrictamente prohibido elaborar cualquier receta que no se encuentre dentro del menú oficial; aunque a veces han podido preparar hasta un pozole, como el que Cano hizo durante la calificación del Tri a la copa de Alemania 2006.

Netzahuatl confesó que sí cumplen algunos caprichos, pero sin romper las reglas. Por ejemplo, el Guille Franco sólo consume leche de soya y prefiere el pollo o pescado a la carne roja; lo cierto es que no se trata de cuestiones demasiado complicadas o que representen un riesgo para el desempeño del jugador.

Asimismo, la palabra complejidad está alejada del proceso culinario que distingue a los chefs mexicanos, ya que se mantienen al margen de técnicas de moda y prefieren inclinarse por una preparación más sencilla para garantizar la frescura y sabor de los alimentos.

La clave de Cano y Netzahuatl radica en crear recetas saludables pero atractivas a la vista, ya sea a través de una guarnición apetitosa de vegetales o frijoles refritos -para que no extrañen su tierra natal- o del término ideal de un buen trozo de filete. Los cocineros no pierden el tiempo en montajes llamativos, pero sí se preocupan porque los platillos luzcan “lindos”, como dice Marlene.

Con esperanzas

Ambos sibaritas sienten pasión por el balompié y tienen fe en que México podrá llegar al quinto partido. Su labor es de gran importancia y aunque no saben si podrán estar presentes en el estadio, tienen las esperanzas puestas en regresar a nuestro país hasta el 11 de julio, día en que se llevará a cabo la final del Mundial de Sudáfrica 2010.

“Ojalá que podamos tener esa oportunidad y podamos ir a los partidos. Ahora vivo del futbol, me gusta; pero lo principal y lo básico es que el equipo, mi equipo, esté bien alimentado, ése es nuestro compromiso”, aseguró Marlene.

Sin duda, el trabajo de los gastrónomos es de vital importancia en el resultado que obtenga la escuadra tricolor, sobre todo, ahora que ha surgido cierta polémica por el peso de Cuauhtémoc Blanco o la poca condición física de Adolfo “El Bofo” Bautista.

¡A comer se ha dicho, jugadores! Ya habrá tiempo para satisfacer los placeres culposos; además, la comida de Félix y Marlene es una prueba más de que lo sano, también es delicioso.