El don de gentes y el amor al trabajo son valores heredados por don Alejo Peralta y Díaz Ceballos a su hijo Carlos Peralta Quintero y a su nieto Pablo Peralta García. Ellos, dignos representantes de tres generaciones de una de las familias mexicanas más respetables. Hombres de lucha, de trabajo, de riqueza espiritual, unidos por un mismo sentimiento: su amor por México.

Carlos, el hijo

¿Qué representa la imagen de su padre don Alejo Peralta y Díaz Ceballos?

La gran fortuna de haberlo tenido y, sobre todo, la fortuna de haber podido pasar muchos años con él, conviviendo de una manera muy estrecha, cotidiana, a través de más de 20 años.

¿Cuál es el valor más importante que le heredó?

El valor principal que me dejó mi papá siempre ha sido el valor hacia la familia, el cariño a todos los miembros de la familia, el cariño al trabajo, la búsqueda de nuevas oportunidades, de fuentes de trabajo para los compatriotas básicamente y, un gran valor a la amistad.

?Agregaría el don de gentes?, dice la reportera, y él, asienta con la cabeza y responde: ?...También?.

Como padre, ¿qué le preocupa de sus hijos a quienes les ha tocado vivir una época difícil, de pérdida de valores?

Mis hijos, afortunadamente, ya uno tiene 26 años y el otro 25... Estoy preocupado de estar con ellos el mayor tiempo posible, de llevar una relación muy estrecha como la que yo viví con mi papá. Ellos ya están incorporados desde hace un par de años a las empresas, y realmente mi preocupación hacia ellos, con ellos, es el que desarrollen también ese gusto y ese cariño por los negocios, que hagan suyo ese compromiso, sobre todo con los miembros colaboradores de todas las empresas; procurar su estabilidad, su bienestar, abrir más fuentes de trabajo en nuestro país.

Pablo, el nieto

¿Qué imagen tienes de tu abuelo don Alejo Peralta y Díaz Ceballos?

Para mí ha sido todo un ejemplo a seguir y realmente veo muy difícil llegar a su estatura. Es alguien a quien siempre admiraré y a quien estaré eternamente agradecido por todo lo que me enseñó, por los grandes valores que me heredó, como la responsabilidad y el cariño hacia el trabajo.

Pablo medita, valora esa ausencia y responde, no sin antes dejar salir un profundo suspiro: ?La grandeza de mi abuelo está en muchas cosas... en su calidad humana, su sencillez y el gran amigo que fue. Ojalá yo llegue a ser tan grande como él... Recuerdo que hasta sus últimos días, iba a la planta a visitarla. Yo veía el gran cariño que le tenía su gente, a todos los obreros, a quienes veía como parte de su familia. Y tu padre, Carlos Peralta Quintero ¿qué representa?

Al igual que a mi abuelo, es un hombre al que admiro y respeto, es un gran amigo, un gran mexicano, una persona honesta y muy trabajadora que nos ha educado con buenos ejemplos, con valores que le fueron heredados por su padre.

?Nos ha enseñado el amor al trabajo, el respeto a nuestros semejantes, la honestidad. Tengo dos grandes ejemplos a seguir en mi vida y lucharé para estar a su altura, ya que lo que más deseo es que tanto mi abuelo, que sé que me está viendo, y mi padre, se sientan tan orgullosos de mí como yo lo estoy de ellos?.