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Hace algún un tiempo se dio a conocer que Eva Longoria desarrollaría su propio perfume; desde el principio, se aclaró que esta decisión no sólo respondía a fines comerciales sino también de salud, pues la actriz de la serie Esposas desesperadas es alérgica a las fragancias y quería tener un aroma que no le causara problemas.

La esposa del basquetbolista Tony Parker explicó que cuando ella quería comprar alguno, se enfrentaba a un grave problema: le producían una molesta irritación en la piel.

Según un estudio del Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos (BfR), las alergias de la piel a los perfumes pueden verse agravadas por su inhalación y no tan sólo por su contacto.

Así como Eva, existen otras celebridades que tienen sensibilidad extrema a ciertas sustancias, cosas o animales, que no sólo las hacen estornudar algunas veces y visitar a un médico especializado, sino que les crean importantes conflictos en sus vidas.

Kate Middleton, por ejemplo, la novia del príncipe William de Inglaterra, es una chica discreta a quien muchos consideran la esposa ideal para el futuro rey; desafortunadamente, tiene un problema para su integración con la familia real: su alergia a los caballos.

Es conocido que la reina Isabel II es una gran aficionada a la equitación y lectora fiel del diario especializado en ese deporte Racing Post. Para ganarse el afecto de ella y otros miembros de la corte inglesa, amantes de los caballos, Kate, debe acompañarlos a sus frecuentes recorridos, los cuales, más de una vez, se han estropeado por su problema.

De acuerdo a la publicación The Sunday Telegraph, la chica se ha puesto en manos de los mejores médicos para no volver a desairar a la reina.

Esa alergia también la sufre Bruce Fogle, un famoso veterinario canadiense afincado en Londres. Según él, autor de numerosos libros sobre animales y colaborador de la cadena pública británica BBC, “la reacción alérgica de los humanos a los caballos es seria y hay que tratarla porque afecta a los pulmones”.

Entre animales, polvo y polen

Una noche, cuando Halle Berry filmaba la película Gatúbela (2004), encontró a un gatito bajo su coche. Desde entonces, la actriz lo adoptó como su amuleto.

Por desgracia, al poco tiempo de que naciera su hija Nahla Ariela (2008), la pequeña mostró síntomas alérgicos debido a la querida mascota.

Halle no se quiere deshacer del animal, pues le ha tomado mucho cariño, pero evita que esté cerca de su hija.

Las alergias pueden manifestarse con erupciones, dermatitis, eczema, dolor de cabeza, náusea, fatiga, irritación y somnolencia; en casos graves, desórdenes del sistema nervioso central, visión deteriorada, confusión y convulsiones. En cualquier caso, es necesario consultar a un médico experto en el tema.

La cantante de jazz Norah Jones atribuye su voz ronca en algunas de sus canciones a sus alergias. En una entrevista que concedió a la página web nprmusic, la joven intérprete reveló que una vez que estaba trabajando en un álbum tuvo un cuadro alérgico, el que no le impidió terminar de grabar pero si alteró un poco el timbre de su voz.

“Ese día me sentía realmente mal”, reconoció, “pero funcionó muy bien para un par de temas”.

Se le conoce como fiebre del heno a la reacción alérgica contra el polen que, generalmente, se presenta en días cálidos, secos y con viento.

Varios famosos tienen este problema: la modelo de Playboy Kirsten Imrie, la actriz de Melrose Place, Heather Locklear; Hilary Duff, Amy Adams y la joven estrella británica Louisa Lytton.

Kristen Stewart también tiene problemas de este tipo, que afectaron su trabajo en la filmación de Speak, así como la violinista Vanessa Mae, la actriz italiana Laura Chiatti y la tenista Steffi Graf.

La coreógrafa y ex juez del programa American Idol , Paula Abdul, sufre de intolerancia al polvo y a las flores, sino también a los gatos, como también le sucede a Gemma Atkinson (The Hills), a Rashida Jones (The Office), a la socialité Nicole Richie, la modelo y empresaria Tyra Banks y la cantante estadounidense Alanis Morissette.

Laura Linney (La familia Savages) tampoco puede ver a los pequeños felinos: “Por alguna razón o karma, siempre hay un gato en cada película que hago. Tengo una alergia severa. Siempre tengo que correr al alergólogo y tratar de explicarle a los productores de las películas que es algo serio mi padecimiento”, expresó Linney a los medios.

De acuerdo a la página web celebrytimedicinecabinet.com., la actriz y presentadora Ellen Degeneres tiene en su baño varios medicamentos que le ayudan a controlar sus frecuentes alergias, porque sufre de constantes estornudos, además de nariz tapada.

La actriz Evangeline Lilly (Lost) una vez declaró que se alegró de dejar Hawai durante una huelga de guionistas, porque ella sufre de alergias, acrecentándose su problema cuando trabajó en las islas. “Tan pronto como me enteré de la huelga me fue de ahí”, dijo.

Terror por la comida

La lista no termina. Otras celebridades han desarrollado alergias contra algún tipo de alimento. El joven cantante estadounidense Clay Aiken –quien participó en American Idol, en 2003- ha confesado que no puede comer menta, mariscos, nueces, chocolates ni hongos.

La actriz y productora Drew Barrymore, quien ha participado en cintas como Los ángeles de Charlie y Como si fuera la primera vez, tiene prohibido comer ajo y tomar café; Elisabeth Hasselbeck, la famosa comentarista del programa The View Outback, tiene una rara enfermedad y no come nada que contenga trigo.

El actor y comediante Ray Romano, conocido por ser el protagonista de la serie Everybody Loves Raymond es alérgico al cacahuate, así como la famosa tenista Serena Williams; finalmente, el actor y director de cine Billy Bob Thornton, es alérgico al trigo, los mariscos y los lácteos. ¡Todo un caso!