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Reconocimiento a trabajos sobre el abuso del alcohol

POR MARU RUIZ DE ICAZA| El Universal
Sábado 12 de diciembre de 2009
En el Museo Nacional de Arte tuvo lugar la premiación de los ganadores del concurso Blanco y Negro, organizado por Lourdes Bouyra, directora de Fundación Domecq; Joaquín Quintana, director de Convivencia sin Violencia; Victoria Orvañanos, directora de Levantemos a México; y, finalmente, Kodak

En el Museo Nacional de Arte tuvo lugar la premiación de los ganadores del concurso Blanco y Negro, organizado por Lourdes Bouyra, directora de Fundación Domecq; Joaquín Quintana, director de Convivencia sin Violencia; Victoria Orvañanos, directora de Levantemos a México; y, finalmente, Kodak. Las instituciones y empresas unieron esfuerzos para crear conciencia entre los jóvenes sobre el abuso en el consumo de alcohol y la violencia que existe en nuestro país lanzando una interesante propuesta: expresar dichas problemáticas a través del arte fotográfico.

Alumnos de las carreras de Comunicación, Diseño, Arquitectura y Sicología de las universidades Iberoamericana y Anáhuac se unieron a la iniciativa, expresando su visión sobre estos problemas y las emociones que les provocan, plasmándolas por medio de fotografías.

De la universidad Anáhuac, los ganadores de esta primera edición de los premios Blanco y Negro fueron Adriana Barrera, que obtuvo el primer lugar; y Loana Larrazábal y Daniela Güemes, en el segundo y tercer lugar, respectivamente. El ganador de la universidad Iberoamericana fue José Daniel Guerrero.

Todos los premiados obtuvieron un diploma por parte de los organizadores y una video cámara Kodak Zx1; además, recibirá apoyo para continuar perfeccionándose en la fotografía profesional.

Los encargados de seleccionar mejores proyectos, que lograron mover las fibras más sensibles con una imagen, fueron un grupo de reconocidos fotógrafos, entre quienes estuvieron Nacho Pérez Urquiza, Luz María Cortina, Beatriz Simón, Paty Pérez y Leo Guzmán.

A la ceremonia de premiación del concurso fotográfico asistieron cerca de 150 invitados, quienes disfrutaron de la exposición durante el coctel ofrecido, el cual estuvo amenizado por música de Jazz.

Hace unos días asistí a la comida organizada por Aurora López de Ortigosa que se realizó en el restaurante Morton’s, ubicado en Palmas, con motivo de la presentación de los vinos Ikal 1150, que sus creadores catalogan como Los vinos argentinos más mexicanos.

Los invitados fuimos recibidos por el dueño de la bodega, Gonzalo Campillo, y por sus socios Alberto Ramírez, Fernando Rión, Samir Saab y Daniel Silva.

La aventura vitivinícola surgió de la añeja amistad de un grupo de mexicanos y un argentino, quienes hace tiempo se habían asociado en un proyecto hotelero en la Riviera Maya. En 2000, construyeron un exclusivo hotel: Ikal del Mar, cuyo servicio e instalaciones fueron reconocidos en todo el mundo, llamando la atención de una reconocida firma de hostelería, que se interesó en comprar el inmueble. Tras vender el hotel, el grupo de amigos decidió pasar unas vacaciones en Argentina. Durante su estancia, se enamoraron de los viñedos de Tupungato, Mendoza, y de la calidad de sus vinos, así que decidieron comprar uno y crear una bodega. A sus vinos los llamaron Ikal (que significa poesía en maya), agregando el número “1150”, que son los metros sobre el nivel del mar a los que se encuentra la zona en la que se producen los mejores vinos de esta región de los Andes.

En 2008, los esfuerzos de estos compatriotas y su socio argentino (Daniel Silva, que se encarga de las bodegas) dio su primer fruto, los vinos Ikal recibieron el Premio de Oro en el Concurso Internacional de Críticas del Vino, concurso celebrado en San Diego, California, en el que participaron 1700 vinos de 16 países. Los ganadores de este concurso, además de ser reconocidos como los mejores vinos del mundo, son publicados en el sitio Wine Review Online.

Durante la comida en Morton’s, pudimos degustar un Chardonnay, un Malbec y un Cabernet Sauvignon 2007, que maridaron perfectamente con los platillos seleccionados para la ocasión. Asimismo, los socios del proyecto hablaron del hotel que se encuentran construyendo actualmente en medio de los viñedos, en el que los huéspedes podrán alejarse del bullicio de las grandes ciudades, combinando el gusto por los vinos, con los beneficios relajantes de un exclusivo spa, que también está contemplado en el proyecto general.

 

 



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