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La reina Beatriz de Holanda inició ayer su primera visita de Estado a México desde que subió al trono en 1980, en compañía de los príncipes herederos Willem-Alexander y Máxima.

La visita de cuatro días, que se desarrollará en la capital mexicana y en el estado de Guanajuato, se enfoca en temas económicos, energéticos, de medio ambiente y urbanísticos, pero también tendrá un marcado acento cultural.

La presencia de la princesa Máxima, una economista de nacionalidad argentina de 38 años, que se casó en 2002 con Willem, el príncipe heredero, suma glamour a la presencia real.

La monarca, de 71 años, el príncipe heredero de Orange y la princesa Máxima fueron recibidos por el presidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala en Palacio Nacional.

La familia real llegó pasado el mediodía al recinto, donde los esperaba un grupo de niños de la pequeña comunidad holandesa asentada en México.

El primer día

Siempre sonriente, como acostumbra, la princesa Máxima lució por la mañana una falda verde claro con una chaqueta de manga corta en color crema.

La reina optó por un traje azul, de falda y saco largo, ambas lucieron sombrero. Por su parte, Margarita Zavala portó un tarje de saco azul y falda negra.

A diferencia de lo que ocurre en este tipo de ceremonias, no hubo discursos, por pedido de la delegación holandesa. Una banda militar tocó el himno nacional mexicano y el holandés, que Máxima también entonó. Después, el mandatario mexicano y la soberana presentaron a sus respectivas comitivas oficiales y pasaron revista a la guardia de honor.

Calderón y la monarca holandesa se reunieron después en privado. ´´Los jefes de Estado conversaron acerca de los lazos históricos y culturales existentes, sobre la disposición de sus gobiernos para ampliar y diversificar los vínculos económicos, los intercambios culturales y educativos, así como la cooperación científica-técnica y energética entre ambos países´´, informó la Presidencia mexicana en un comunicado.

Al final del encuentro a puerta cerrada, Calderón extendió a la reina del país europeo una invitación para que participe el próximo año en los festejos conmemorativos del bicentenario de la Independencia de México y el centenario de la Revolución mexicana.

A continuación, la soberana asistió a una mesa redonda con empresarios en el hotel Four Seasons y visitó el Senado durante la tarde con los príncipes. Allí la reina lució un traje de brocado beige. Por la noche se ofreció un elegante banquete de Estado a la familia real en el imponente Alcázar del Castillo de Chapultepec.

Su segunda visita

La monarca holandesa estuvo en México hace 45 años, cuando todavía era princesa y acompañaba a su madre, la reina Juliana, en una visita oficial. Unos años después regresó para su luna de miel con el príncipe Claus, fallecido a finales de 2002.

Hoy, en su segundo día de visita, asistirá a un encuentro con el jefe de gobierno de la capital, Marcelo Ebrard, y a una reunión con expertos en urbanismo en el Colegio de San Ildefonso, al que llegará caminando desde el Zócalo, en el centro histórico de la ciudad.

La agenda de este día se completa con una visita al Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial, una visita guiada al Museo de Antropología para Máxima y la reina Beatriz, y un seminario sobre sustentabilidad energética al que asistirá el príncipe Willem-Alexander.

Por la tarde-noche se dará una función de danza moderna de la compañía holandesa Introdans, ofrecida por la reina, en el Centro Nacional de las Artes.

Mañana jueves, los miembros de la casa real se trasladarán al estado de Guanajuato, donde visitarán la ciudad del mismo nombre, y la de Dolores Hidalgo, cuna de la Independencia, así como Las Yerbas, donde tendrán una reunión con expertos en cambio climático.

En Guanajuato recorrerán el Museo Casa del reconocido muralista Diego Rivera (1886-1957). oriundo de esa hermosa ciudad colonial.

La visita concluirá el viernes con un recorrido por las pirámides de Teotihuacán y un encuentro con la comunidad holandesa en el Museo Franz Mayer de Ciudad de México.